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Nuevas alas y el naranja para el PP de la era Rajoy

Por Amalia CasadoTiempo de lectura3 min
España26-09-2004

Reforma de los Estatutos, El patriotismo constitucional, El Estado en el siglo XXI: nuevas responsabilidades; y Hacia la nueva sociedad del pleno empleo y las oportunidades son las ponencias que se debatirán y aprobarán en el próximo Congreso del Partido Popular, un Congreso decisivo para fortalecer al partido de la oposición que afronta el punto de inflexión más importante de su historia después del de la gran crisis que terminó con la llegada de Aznar a la presidencia del mismo.

Ahora la batuta está en manos de Mariano Rajoy, el gallego con humor y puro al que le gusta el deporte pero no practicarlo. Debe abordar problemas semejantes a los que tuvo que hacer frente José María Aznar, como las tensiones internas entre familias, o la aparente ausencia de personas para el relevo de viejas glorias. Tiene frente a él a un partido liderado, no por Felipe González, pero sí por un hombre que también ha nacido con estrella en la frente y que en su juventud aprendió a imitar al gran Felipe hasta en las más imperceptibles modulaciones de la voz. Los medios de comunicación están en su contra, con un 54 por ciento de ellos en manos de PRISA y gran parte del resto en manos del Gobierno. Como Aznar en su tiempo, quizás el primer desafío que deberá enfrentar sea su propio liderazgo. Pero un elemento decisivo que distingue aquel entonces del tiempo presente: José María Aznar demostró a todos los españoles y, aún más importante, a los miembros de su partido que el PP podía ganar. Y que podía gobernar. Y que podía hacerlo bien. Mariano Rajoy tiene ese trecho recorrido por su antecesor. Asentar al nuevo equipo del Partido Popular y su organización interna es el objetivo de la revisión de los Estatutos del partido. El reconocimiento a José María Aznar es absoluto en el partido, y se simboliza hasta en la web, en la que Aznar y Rajoy comparten protagonismo. José María Aznar será presidente de Honor, Ángel Acebes será secretario general y Eduardo Zaplana, portavoz parlamentario. Pero la mayor parte de los nombres de la Ejecutiva que Rajoy elegirá para acompañarle aún no se conocen. Rajoy ha anunciado que habrá novedades, como la implicación más intensa de Alberto Ruiz Gallardón, que será el primero en intervenir, y que ya ha aprovechado los micrófonos del consistorio madrileño para expresar que en el 11 M no hubo división en el seno del PP, o que al presidente del Gobierno, Zapatero, le faltan alternativas sobre gestión de conflictos y “carácter ejecutivo”, declaraciones ajenas del todo a la política del ayuntamiento e incluso al propio Congreso del PP, pero que le podrían beneficiar en su personal ascenso en el partido. El lema del Congreso, atrevido y hasta vanguardista para los tiempos que corren, será “España, la ilusión que nos une”. Según José María Michavila, coordinador de Comunicación del PP, la idea del país es símbolo de unidad y de que el PP "puede defender lo mismo y con las mismas recetas en Cataluña, País Vasco, Andalucía y Canarias". "Ese es el gran activo del PP", dijo. El eslogan también expresa su compromiso "para resolver los problemas de la gente y de mejorar España, porque España no es ningún problema". De hecho, una de las ponencias más importantes por la circunstancia histórica del país reforzará la propuesta del PP para España, bajo el título “El patriotismo constitucional”, íntimamente ligado a otra ponencia, “El Estado en el siglo XXI: nuevas responsabilidades”. 3.028 los compromisarios asistirán a esta gran cita de presente y futuro. Teniendo en cuenta la importancia de que Gobierno y oposición cumplan sus funciones, el correcto engrasamiento del sistema democrático exige el trabajo de una buena oposición, ausente durante los años de Gobierno del PP cuando el PSOE no supo salir de su ensimismamiento y falta de liderazgo, carencia de programa y de ideas. Si el funcionamiento de la democracia depende también de la oposición, de este Congreso depende parte de la historia de la democracia en España.