Bush y Alaui aseguran que las elecciones son posibles a pesar de la violencia
Por Alejandro Requeijo2 min
Internacional26-09-2004
El presidente norteamericano, George W. Bush, recibió en la Casa Blanca al primer ministro iraquí, Iyad Alaui. En este encuentro, el segundo que mantenían en menos de una semana, ambos dirigentes aprovecharon para desmentir las críticas sobre la inseguridad que se vive en Iraq.
El tema principal fueron las elecciones democráticas iraquíes, que según afirmaron, se celebrarán el próximo enero de 2005 tal y como estaba previsto. George Bush, que en menos de mes y medio se enfrentará también a sus propias elecciones para la presidencia de EE.UU. aseguró, a instancias de su acompañante que en Iraq se estaban haciendo “progresos firmes”. Y es que la gestión sobre Irak y la celebración de sus primeros comicios democráticos juegan un papel fundamental en la campaña norteamericana, sobre todo después de la polémica que levantó este tema la semana pasada. La oposición demócrata a Bush, cuestionó la posibilidad de que se realizasen dichas elecciones. Según afirmó el rival de Bush a la Casa Blanca, Joh Kerry, la situación actual de Iraq se ha convertido en una crisis de “proporciones históricas”. Sin embargo, estas dudas no solo procedieron desde la oposición. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, manifestó también que “no se pueden celebrar elecciones creíbles si se mantienen las actuales condiciones de seguridad”. Por su parte, el propio secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, habló sobre la posibilidad de que las zonas más conflictivas del país podrían quedar excluidas del proceso electoral. “Digamos que uno trata de celebrar elecciones, pero en algunas zonas no se puede debido a la violencia”, aseguró Rumsfeld. “En la vida no todo es perfecto, así que habrá elecciones imperfectas”, añadió. Contra esta opinión y contra el resto de voces que ponen en tela de juicio la celebración de elecciones, Alaui declaró que “no habrá elecciones parciales. Se celebrarán unas únicas elecciones” donde según él, “todos los iraquíes podrán ir a votar”. Además, tras su reunión con Bush, el primer ministro de Iraq mantuvo que la celebración de los comicios se realizará en la fecha en la que estaba estipulada y manifestó su esperanza para que los problemas de violencia se solucionen para el próximo enero. Pero del despacho oval de la casa Blanca, también salieron otras conclusiones. Es el caso de la deuda externa que mantiene Iraq con EE.UU sobre la que se empezarán a buscar soluciones para disminuirla, o el llamamiento que, tanto Bush como Alaui lanzaron a la comunidad internacional en busca de colaboración. “Todos los países se juegan mucho en la democratización de Iraq y esta pasa por la celebración de las elecciones”, declaró el dirigente norteamericano.