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PRESUPUESTOS 2005

Las nuevas cuentas del Estado no tienen garantizado el apoyo suficiente en el Congreso

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía25-09-2004

Hay buenas ideas y cambios para mejor, pero también una base demasiado optimista y ligeramente utópica. Los Presupuestos Generales del Estado para el 2005 se apoyan en una previsión de crecimiento del tres por ciento del PIB y un precio del barril de petróleo estabilizado en los 33,5 dólares. El valor del crudo ronda actualmente los 40.

Lograr la estabilidad presupuestaria, incrementar el gasto social e invertir más en infraestructuras, educación e investigación y desarrollo son las prioridades de las nuevas cuentas del Estado, según el vicepresidente económico, Pedro Solbes. No en vano el Gobierno planea destinar la mitad del gasto público a financiar las pensiones, las prestaciones por desempleo y las políticas de vivienda, lo que supone un aumento del 9,5 por ciento en esta partida. Además, la inversión en I+D+i crecerá un 25,4 por ciento, la cantidad dedicada a infraestructuras un 9,2 por ciento y la de educación un 7,9 por ciento. Un derroche social que se financiará, entre otras cosas, con la subida de los impuestos sobre el alcohol y el tabaco, una medida con la que el Gobierno pretende recaudar unos 200 millones de euros. Asimismo, Solbes ha anunciado la próxima deflactación de la tarifa del IRPF, que consiste en aplicar la inflación a los ingresos tributados por el contribuyente. Así, a una cantidad más alta se le aplicará un tipo impositivo más bajo. De esta forma, el Gobierno quiere registrar un déficit del Estado del 0,5 por ciento y un superávit de la Seguridad Social del 0,7 por ciento. Los nuevos presupuestos ya han pasado por la criba de sus autores, los socialistas, pero aún tendrán que aprobar el examen del Congreso y el Senado. Una prueba que no se les presenta nada fácil. De momento, el portavoz del grupo parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, los ha tachado de irreales, puesto que se basan en premisas macroeconómicas que no se cumplirán. Para Zaplana, además, la deflactación del IRPF sólo beneficiará a las rentas más altas, y el ahorro que supondrá será “insignificante”. En el PP se ha alzado también la voz del portavoz económico en el Congreso, Miguel Arias Cañete, quien ha asegurado que estas cuentas van a traer “más gasto público, más presión fiscal, más déficit público y, por tanto, menos creación de empleo y menor crecimiento”. Mientras, en las filas de IU, el coordinador general, Gaspar Llamazares, se ha quejado de que los presupuestos no son “de la mayoría de izquierdas” y de que reflejan una “excesiva rigidez”.