DETENCIONES ETA

Tres integrantes de ETA dan con sus huesos en el calabozo

Por Cristina Iglesias Díaz2 min

España30-07-2004

Puerto de Urquiola, Vizcaya; sábado 24 de julio. La Comisaría General de Información y de la Brigada Provincial de Información de Vizcaya detenía a cuatro presuntos integrantes de la banda terrorista ETA. Dos de ellos eran bien conocidos por los agentes que procedieron a su detención.

Eran Asier Mardones y Josune Oña, quienes intentaron cometer un atentado contra una patrulla de la Ertzaintza el 14 de septiembre de 2003 en el puerto de Herrera, en Álava. Ambos terroristas lograron escapar de los agentes, quienes quedaron malheridos. La Comisaría General de Información sospechaba que Mardones y Oña trabajaban en la reconstrucción del conocido Comando Vizcaya, mediante el reclutamiento de nuevos miembros. Tampoco se descartó que los etarras estuviesen preparando un nuevo atentado contra la Ertzaintza. Los otros dos terroristas eran los jóvenes Atxarte Navarro Salvador y Aritz López Anda, cuya relación con la banda ETA se ignoraba. En el momento de la detención, los terroristas portaban consigo dos armas de fuego del calibre de nueve milímetros parabellum, que la Policía investigaría para comprobar si fueron utilizadas en alguna otra acción terrorista anterior. También los agentes encontraron la documentación falsa y alrededor de 6.000 euros que llevaban los detenidos. El jueves 29 el juez Ismael Moreno decretaba prisión incondicional para tres de los cuatro detenidos cinco días antes: Josune Oña, Asier Mardones y Atxarte Navarro Salvador. A Mardones y a Oña se les imputaban los delitos de pertenencia a la organización terrorista ETA, falsificación de documentos públicos y tenencia de armas. Atxarte Navarro Salvador ingresaría en la cárcel bajo la acusación de haber colaborado con ETA, aunque intentó negar su vinculación con la banda terrorista. Mientras, Aritz López Anda era puesto en libertad por la Policía, por lo que no tuvo que comparecer ante el juez Moreno. Por otra parte, el pasado viernes 30 de julio México decidía conceder la extradición de seis presuntos miembros de ETA relacionados con las finanzas de la banda terrorista, que fueron detenidos en el país hace ya un año gracias al juez Baltasar Garzón, quien pidió que se les investigase y detuviese después. Juan Carlos Artola, Asier Arronategi, María Asunción Gorrotxategui, José María Urquijo, Ernesto Alberdi y Félix Salustiano habían ingresado en prisión en el año 2003 y llevaban casi un mes en huelga de hambre debido a que denunciaban que sus derechos básicos habían sido violados.