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CINE

Cannes apoya el discurso de Michael Moore con su Palma de Oro

Por Héctor Llanos MartínezTiempo de lectura2 min
Espectáculos22-05-2004

El carácter subversivo de Michael Moore no le impide el apoyo de parte de su industria. Con un comentado Oscar por Bowling for Columbine -y el aún más comentado discurso de agradecimiento- la figura de Moore ha rebasado la categoría de cineasta para convertirse en gurú de un nuevo, y cada vez menos minoritario, pensamiento moderno occidental.

La presencia del estadounidense en la 57 edición del Festival de Cine de Cannes no se limitó a la proyección de su último filme, Fahrenheit 9/11; también encabezó las manifestaciones en apoyo a los trabajadores temporales del mundo del espectáculo que tuvo lugar en las inmediaciones del propio festival. El documental ganador de la Palma de Oro que otorgó el jurado de Cannes, presidido en esta ocasión por el director Quentin Tarantino, tiene a la familia Bush como centro de su feroz crítica. La cinta, que muestra los lazos existentes entre las familias de George W. Bush y Osama Bin Laden, encontró problemas de distribución en los Estados Unidos ante la negativa de la Disney a estrenar un filme que consideraba inapropiado en año de elecciones. Finalmente, el gigante americano accedió a la distribución de Fahrenheit 9/11 a través de Miramax, productora ejecutiva y artífice junto a Moore del proyecto, que finalmente compró los derechos para su estreno en los Estados Unidos. El cine asiático volvió a ser favorito en la muestra cinematográfica francesa. El Gran Premio del Jurado fue concedido a la surcoreana Old boy, de Park Chan-Wook, historia acerca de la pérdida repentina de la felicidad. Los premios de interpretación también miraron a oriente, con Maggie Cheun, la protagonista de Clean, y el jovencísimo Yuuya Yagira (14 años), por Nobody knows, como ganadores. El director francés de origen argelino Tony Gatlif obtuvo el reconocimiento como mejor director del certamen con Exil. Protagonizada por Romain Duris, visto en España en Una casa de locos, la película narra el viaje improvisado de Zano y su novia, Naïma, a través de Francia y España para llegar a Argelia, el lugar del que sus padres tuvieron que marchar años atrás. También francesa fue la película que se llevó el premio al mejor guión para Jean-Pierre Bacri y Agnés Jaoui, esta última es además directora de la cinta. En Comme une image los guionistas presentan toda una galería de personajes que desearían poder ver o ser vistos, para encontrar así la pieza que hace incompleto el puzzle de sus vidas.