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COMERCIO

México solicita ingresar en el Mercosur, pero su petición será muy discutida

Por Ana Romero VicenteTiempo de lectura1 min
Economía16-04-2004

Las negociaciones en América Latina fueron incesantes la semana pasada. Un propósito: pactar con el Mercosur (Mercado Común del Sur). El mayor bloque comercial de Iberoamérica tiene un nuevo pretendiente: México. Además, la Unión Europea prosigue con los trámites para establecer un pacto de libre comercio y el Mercosur se muestra más interesado en ello que nunca.

México produce diferentes sentimientos entre los miembros del Mercosur. Por eso, su petición de ingresar en este grupo tiene visos de que vaya a ser muy discutida. Sin embargo, los mandatarios mexicanos parecen totalmente dispuestos a hacer lo posible por conseguir su beneplácito. El ministro mexicano de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, ha explicado que la implicación de su país en este bloque será total. “Nuestro interés es integrarnos como socios del Mercosur, no sólo desde el punto de vista comercial y económico, sino también político”. Su homólogo argentino, Rafael Bielsa, se mostró favorable a este alineamiento en pro de la economía y el desarrollo del comercio en sus respectivos países, pero la Cancillería argentina discrepa. Considera que esta fusión ha de estudiarse en mayor profundidad y no aceptarla hasta conseguir el consenso de los cuatro socios, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y los países asociados Chile y Bolivia. De momento, Uruguay ya se ha manifestado. Apoya al cien por cien la incorporación de México como miembro pleno del Mercosur. Los que cada vez tienen menos que discutir son la Unión Europea y el Mercosur. Se han propuesto que este año finalicen las negociaciones para poder pactar el libre comercio entre ambas regiones lo antes posible. El bloque sudamericano está poniendo todas las facilidades. Han mejorado sus ofertas, sobre todo en el campo de las inversiones. Permitirán que el capital europeo se movilice sin mucha traba por sus países en el sector de las telecomunicaciones y los servicios financieros y también proponen dejar en tres años, y no en cinco, la reducción definitiva de aranceles para la mayor parte de bienes.