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BALONCESTO

Paso a los ¬playoff¬ en la NBA

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura4 min
Deportes16-04-2004

Utah y Portland se quedaron fuera de la lucha por el anillo. El beneficiado fue Denver, que de paso, resuelve a favor de Carmelo Anthony -presumiblemente- el ganador del título del mejor rookie del año, ya que Cleveland se quedó fuera de las eliminatorias.

Conferencia Este Indiana ha experimentado una gran mejoría con la llegada de Rick Carlisle al banquillo, pues junto con la clase de Jermaine O'Neal ha explotado la fuerza de Ron Artest. Su homólogo en Detroit, Larry Brown, se ha obcecado en el juego defensivo, pero ha conseguido que los Pistons sean muy difíciles de ganar. Ambos son claros favoritos a disputar la final de conferencia; las lesiones han mermado la progresión del tercero en discordia, New Jersey, tras la marcha del entrenador Byron Scott, forzada por los jugadores. Sin Pat Riley, Miami ha acabado por desplegar el talento de hombres como Rafer Alston, Lamar Odom y Dwayne Wade, hasta convertirse a última hora en la revelación del Este. Mientras, Milwaukee parecía afrontar una temporada de transición, pero con la agradable sorpresa del escolta Michael Redd han conseguido alcanzar los playoff. En cambio, New Orleans no acaba de despegar: es un equipo bien armado, pero al que le entra el vértigo a la mínima ocasión. En cambio, Mientras, Cleveland ha demostrado ser mejor con la llegada de LeBron James y la eclosión de Carlos Boozer, aunque aún tiene algunas carencias para convertirse en un equipo de verdad competitivo. Todo lo contrario que los Knicks, que se vieron revolucionados por la llegada de Isiah Thomas, pero que siguen sin mostrar su capacidad. Tres cuartos de lo mismo sucede en Boston, donde el general manager, Danny Ainge, se ha permitido el lujo de perder potencial con la marcha de Antoine Walker y los problemas con Vin Baker, y en Philadelphia, que ha tirado por tierra todo el crédito que ganó las dos últimas temporadas. Allen Iverson va a lo suyo y sus compañeros ni defienden, ni atacan. La respuesta de Toronto, en cambio, se ha reducido a Vince Carter y poco más. La franquicia canadiense sigue sin remontar el vuelo, aunque lo tiene mejor que Atlanta, que ha desmantelado el equipo y propone un proyecto a muy largo plazo. Washington, a falta de Michael Jordan, se consuela con las bondades de Larry Hughes y Gilbert Arenas, pero está muy lejos de los mejores. Chicago esperaba llegar a las eliminatorias, pero sigue siendo uno de los peores equipos de la liga: cada vez hay más dudas en cuanto a sus posibilidades de futuro Con todo, el desastre sin paliativos ha sido el de Orlando, que ni con un superclase comoTracy McGrady han podido salvar los muebles. Conferencia Oeste Minnesota ha completado una buena temporada, con una excelente plantilla, pero su asignatura pendiente sigue siendo pasar de la primera ronda en el playoff. El campeón en ejercicio, San Antonio, evidencia la dependencia de Tim Duncan, mientras que los Tony Parker, Manu Ginóbili y Hedo Türkoglü muestran buenas maneras. Sacramento ha cumplido su objetivo, aunque sigue sin cuajar su propuesta de baloncesto espectáculo: la vuelta de Chris Webber ha eclipsado en parte a Brad Miller, un jugador que ha reclamado su sitio en el equipo que dirige Rick Adelman. Sus rivales de California, los Lakers, han estado inmersos en numerosos frentes: lesiones, juicios, pequeñas rencillas... sin embargo, al término de la fase regular es cuando los cuatro magníficos de Phil Jackson están dejando entrever su actitud y su verdadero nivel de juego. Memphis se ha convertido en el equipo revelación, gracias a los buenos fichajes de Jerry West y a la disciplina de Hubie Brown, pero es un novato en estas lides y lo puede acabar acusando. Dallas ha maquillado en el último momento una temporada a medio gas, en la que Dirk Nowitzki, Antawn Jamison y Walker no han acabado de conjuntarse y de conseguir regularidad. Denver es otra de las sorpresas agradables, por la irrupción de una estrella en ciernes como Carmelo Anthony y por la recuperación de Marcus Camby. Houston, en tanto, ha cumplido el expediente, pero la obsesión de Jeff van Gundy por la defensa ha desaprovechado en ocasiones el talento de Steve Francis, Cuttino Mobley y Yao Ming. Utah no ha conseguido entrar en los playoff, pero su temporada ha sido magnífica para la plantilla tan limitada de que dispuso Jerry Sloan. Lo contrario que Portland, que ha dado boleto a dos de sus chicos malos, Bonzi Wells y Rasheed Wallace, mientras que la llegada de Darius Miles, Zach Randolph y Theo Ratliff ha dado un buen rendimiento. Con todo, sigue sin cumplir los objetivos de una plantilla muy capacitada, estar entre los ocho mejores de su conferencia. Seattle se queda en tierra de nadie, después de acusar, probablemente, la ausencia de Ray Allen en los primeros meses de competición. Golden State empezó con ganas, pero pero se fue desinflando, sobre todo con la lesión de Troy Murphy, que dejó patente que Mike Dunleavy, Eric Dampier y Quentin Richardson aún no han conseguido cambiar la dinámica del perdedor. Los parientes pobres de Los Angeles, los Clippers, siguen retando a la lógica: con una gran plantilla y un buen entrenador -también han padecido lesiones- siguen siendo uno de los peores equipos de la liga. Phoenix, en cambio, piensa descaradamente en el futuro, aunque a costa de olvidar el presente. Shawn Marion, Amare Stoudamire, Joe Johnson y Maciej Lampe prometen mejorar en las próximas temporadas, pero en el intento han perdido muchos enteros.