EMPRESAS
Tanzi implica a Berlusconi y a Prodi en el ‘caso Parmalat’
Por Raquel Ibáñez2 min
Economía14-02-2004
El dueño de Parmalat, Calisto Tanzi, en prisión acusado de fraude, señala la implicación en la crisis del grupo lácteo del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y del presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, entre otros políticos.
El resumen de las declaraciones del ex jefe de Parmalat hecho por la fiscalía de Milán ocupa 40 folios. Esas páginas reflejan cómo Tanzi creó una red de decenas de políticos que recibieron fondos de la sociedad durante 20 años para protegerla y beneficiarse de decisiones públicas. Se dedicaban dos o tres millones de euros al año a "financiar las actividades de los políticos, las campañas electorales, periódicos y diversos eventos". Cuando el entonces empresario Silvio Berlusconi decidió dar el salto a la política y ganó las elecciones de 1994, Parmalat decidió incrementar el dinero destinado a la publicidad a favor de los canales de televisión de Berlusconi, quien ha estado siempre al tanto de la crisis de la empresa, y en detrimento de la televisión pública RAI. Tanzi también declaró haber participado en la ampliación de capital de la sociedad Nomisma, dedicada a estudios económicos y promovida por Romano Prodi. El ex patrón de la empresa no especifica favores recibidos, pero deja claro que existía una red de protección en torno al grupo lácteo. No enviaban simplemente maletines con dinero, hacían pagos directos y favores de modo triangular: Parmalat compraba o invertía allí donde hiciese falta. Entre otros políticos, Tanzi citó también al vicepresidente del Gobierno, Gianfranco Fini, el ex jefe de Estado, Oscar Luigi Scalfaro, el ex presidente del Consejo Lamberto Dini, el ministro de Agricultura, Gianni Alemanno, y el presidente del mayor partido de la oposición, Massimo D’Alema. Asimismo, financió a periódicos como Informazióne, Il Foglio y Il Manifesto. Pero aquí no se acaba la caja de las sorpresas. Además, en los cinco días de interrogatorios, el ex jefe de Parmalat confesó haber hecho favores a instituciones financieras y a gobernantes de Brasil, Argentina, Venezuela y Paraguay.