AENA convoca huelgas para marzo y abril
Por Alicia Aragón1 min
Economía14-02-2004
Los trabajadores de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) han convocado paros de siete días para los meses de marzo y abril, según ha informado el comité de huelga. La medida de protesta ha sido lanzada para rechazar la "subrogación y externalización" de la mayoría de los servicios de la entidad pública, que llevan a la pérdida de empleos entre los trabajadores de AENA.
Esta medida de fuerza ha sido señalada para los días 5, 7, 9 y 12 de marzo y 2, 7 y 11 de abril, según han comunicado los sindicatos ante la Dirección General de Trabajo, que señala que “ además de por el modelo de explotación, la huelga reivindica también otros aspectos trascendentales para los trabajadores”. Durante los primeros dos días, la medida de fuerza será un paro de varias horas dos veces por día. Las otras cinco jornadas, la huelga será de 24 horas, según el comité sindical. El anuncio del paro se produjo después de que los sindicatos asistieran a unas reuniones sobre la futura orientación de los servicios de AENA. Los trabajadores decidieron convocar una huelga para protestar contra la externalización de los servicios debido a la ausencia de representantes del organismo estatal. Unos 200 trabajadores de AENA se concentraron en la terminal 2 del aeropuerto de Madrid-Barajas y, posteriormente, cortaron el tráfico durante media hora en la zona de salidas. Con ello mostraron su protesta por el plan de privatización que quiere llevar a cabo este organismo público. Los sindicatos convocantes de la huelga han exigido a AENA la retirada del modelo de explotación y un compromiso por el que se garantice absolutamente que no pueden ser externalizados y que se desarrollarán en propio las actividades y funciones recogidas en las ocupaciones detalladas en el III Convenio Colectivo, aún vigente. Según el documento que hizo llegar AENA a los sindicatos, el resto de las tareas que ahora desempeñan los trabajadores "son susceptibles de externalización", lo que representaría "el riesgo de subrogación a otras empresas o la pérdida de empleo de varios miles de trabajadores de la red aeroportuaria".