BALONMANO
A la segunda fase con más pena que gloria
Por Paco Sánchez2 min
Deportes25-01-2004
La selección española de balonmano dinamitó las expectativas que traía al Europeo, al pasar a la siguiente fase con una sola victoria -pero con ningún punto-, y sobre todo, dejando muchas lagunas en su juego. Mucho deben mejorar, tanto en defensa como en ataque, los de César Argilés si aspiran a realizar algo grande en esta competición, más aún con dos rivales de peso en la segunda fase: Rusia y Suecia.
La inexperiencia -sin la veteranía de Talant Dujshebaev, que se reserva para disputar los Juegos Olímpicos, y la lesión del central Manolo Colón-, los erores de concentración en defensa y la falta de olfato goleador en los momentos decisivos son las asperezas que aún se deben pulir del diamante, todavía en bruto, que atesoran los jugadores españoles. Así, la portería destaca como la línea más sólida del equipo, gracias a las excelentes actuaciones de David Barrufet y José Javier Hombrados. Para colmo de males, España comenzó el Europeo con un enfado monumental, ya que su enfrentamiento contra la actual campeona del mundo, Croacia, estuvo marcado por la decisión de los árbitros de dar por válido un gol marcado fuera de tiempo. El combinado nacional perdió el partido en el último instante, y al tiempo, la confianza en la justicia deportiva, ya que no prosperaron los recursos que presentó la Federación Española. Aun así, España jugó un buen partido, que sólo por sus errores en la segunda mitad -y la puntilla de los colegiados- se quedó sin el premio de la victoria. Portugal sería el rival en el segundo envite del grupo B, y como era previsible, el triunfo cayó con facilidad del lado español. Los lusos, entrenados por el también español Javier García Cuesta, no fueron un oponente difícil, aunque pusieran en dificultades al combinado nacional, que se reiteraba en sus errores. Éstos volvieron a quedar patentes en su enfrentamiento contra Dinamarca, que exhibió una férrea defensa Barrufet y Kasper Hvidt. España acusó de nuevo la falta de pegada, a pesar de contar con buenos lanzadores, como Íker Romero y Jon Belaustegui. España, que se clasificó penúltima del grupo B, queda encuadrada en el grupo I junto a Croacia, Dinamarca y los tres clasificados del grupo A: Rusia, Suecia y Suiza. Rusos y croatas parten con cuatro puntos, seguidos por Suecia y Dinamarca, con dos y, finalmente, España y Suiza, con ninguno. Portugal y Ucrania quedaron eliminados. El grupo II, del que se quedaron fuera Polonia e Islandia, está comandado por el primer y segundo clasificados del grupo C, Eslovenia y Hungría, que pasan con tres puntos cada uno. Tercero -por la diferencia de goles- es el combinado de Francia, que fue líder del grupo D, por delante de Serbia y Montenegro, segunda del grupo con dos puntos. Alemania, subcampeona del mundo, apenas pudo pasar en quinto lugar, con uno, mientras que la tercera en discordia del grupo C, la República Checa, cierra el cuadro sin puntos.