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MERCADOS

Madrid se desmarca de las bolsas europeas al alcanzar un nuevo máximo histórico

Por Eva OlarteTiempo de lectura1 min
Economía24-01-2004

Si la semana pasada se hubiera podido valorar el Ibex 35 en metros, en vez de en puntos, ahora podría hablarse de él como de un pico montañoso, más alto, incluso, que el mismísimo Annapurna. Con los 8.114 puntos que llegó a alcanzar en la jornada del viernes consiguió un nuevo máximo histórico –el tercero consecutivo- y logró encadenar nueve semanas de ganancias. Así, los analistas coinciden al señalar que la Bolsa de Madrid atraviesa una de sus mejores rachas desde finales de 1999.

Contrasta esta situación con la de las principales plazas europeas, que cerraron la semana con ganancias moderadas, a pesar de la caída de los índices francés y británico. Este último registró una bajada del 0,60 por ciento, la mayor de entre las Bolsas europeas. En cuanto a Wall Street, continuó con su tono bajista de las últimas semanas, pero, al igual que Europa, logró cerrar con una subida moderada que, al menos, le permite borrar los números rojos de sus pantallas. Por otro lado, el billete verde sigue debilitándose en beneficio de un euro cada vez más fuerte y, no son pocos los expertos que señalan a las autoridades norteamericanas como responsables de ello, pues saben que es la última baza que les queda para intentar recuperar la economía de la nación. Al término de la jornada del viernes –volátil jornada para la moneda única europea- un euro ya valía 1,26 dólares y, en el mercado, existía el convencimiento de que, en siguientes ejercicios, podría proseguir su carrera alcista hasta alcanzar el 1,30. Cifras, éstas, también históricas, que, lejos de causar regocijo en la Unión Europea, preocupan, y mucho. Sobre todo al Banco Central Europeo (BCE), que ya se ocupó durante la semana pasada de llamar al orden a los inversores, instándoles a guardar prudencia. El prolongado descenso del dólar no sólo merma las exportaciones europeas, sino que facilita las importaciones norteamericanas en detrimento de las empresas de la Unión, pudiendo con ello provocar nuevas caídas en las Bolsas europeas. Por todo ello, también desde Madrid, los analistas recomiendan prudencia. En especial a aquellos nuevos inversores que, fascinados por la rentabilidad que en estos momentos ofrece la Bolsa, no dudan, muchas veces, en comprar sin fundamento, sin considerar que la revalorización acumulada en los últimos meses podría, en cualquier momento, volverse en su contra.