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IRAQ

Un guardia civil recibe un disparo mortal en Iraq

Fotografía
Por Isabel A. Vega. Tiempo de lectura2 min
Internacional25-01-2004

El comandante de la Guardia Civil y asesor de seguridad de la Brigada Plus Ultra II, Gonzalo Pérez García, recibió un balazo en la cabeza el pasado jueves de madrugada, mientras participaba en una operación antiterrorista en Al Hamza, a 40 kilómetros del cuartel español de Diwaniya.

La misión consistía en registrar la vivienda en la que supuestamente se alojaban los responsables de la emboscada que el pasado 29 de noviembre costó la vida a siete agentes secretos españoles. A las seis de la mañana (hora local), dos secciones del Grupo Táctico español, con dos Blindados Medios y acompañados por 90 policías iraquíes sitiaron el inmueble y se dispusieron a entrar. La casa estaba vacía, así que la mayor parte de los militares y policías allí desplazados abandonaron el lugar. Sólo quedaron entonces el comandante español, un teniente coronel de la policía iraquí, dos agentes y un traductor, rematando los últimos trámites. En ese momento, escucharon como un vehículo de acercaba al domicilio y como se alejaba velozmente después de que sus ocupantes advirtiesen la presencia policial en el inmueble. Pérez García y los agentes iraquíes salieron en persecución de los sospechosos, quienes, en su huída, abrieron fuego con armas automáticas. Uno de los policías iraquíes resultó herido en las piernas. Pérez García recibió un disparo en la frente. La bala se quedó alojada en el cerebro. En un primer momento, el comandante fue trasladado a la sede de las tropas españolas en Diwanija, para ser evacuado poco después en helicóptero a Bagdad. Allí, fue atendido en el mejor hospital estadounidense de la capital iraquí en una intervención que se prolongó seis horas. Al término de la misma, el comandante norteamericano Armonda, que formó parte del grupo de cirujanos que atendió a Pérez García, declaró: “el estado del paciente es irreversible. La bala se ha alojado en el cerebro y no se puede extraer (...) el tejido cerebral no se puede coser”. Ya por la noche, aterrizó en Bagdad el Boeing 707 procedente de la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) en el que viajaban los tres hermanos de Pérez García. En ese mismo avión, trasladaron el viernes al comandante a España. A su llegada le esperaban en Torrejón los ministros de Defensa e Interior, Federico Trillo, y Ángel Acebes, respectivamente. De allí, fue trasladado al Hospital Central de Defensa. Su presión intracraneal ha disminuido, pero permanece en estado de coma profundo. El guardia civil español no fue la única víctima de una semana en la que la violencia no ceso. El fin de semana pasado fue especialmente sangriento. Si el sábado por la mañana hacía explosión una furgoneta bomba enfrente del Tribunal de Justicia de Samarra, en pleno triángulo suní, que mataba a cuatro iraquíes y hería a otros cuarenta; horas después sendos ataques en Jaldiya y Faluya causaban la muerte de cinco soldados estadounidenses y de cuatro iraquíes. Días antes, el jueves, otros dos soldados estadounidenses fallecían al estrellarse el helicóptero en el que viajaban. Aún no se han aclarado las causas del incidente. Estas bajas elevan a 512 el número de militares norteamericanos que han perdido la vida en Iraq desde que el pasado mayo la Casa Blanca anunciara el fin de las grandes operaciones de guerra en este país.