Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

INTERNET

Un tribunal holandés declara legal a Kazzaa

Por Cristina FuertesTiempo de lectura1 min
Comunicación28-12-2003

El Tribunal Superior de Justicia holandés ha declarado legal el programa KazaA, el cual permite intercambiar y acceder a piezas musicales en Internet. Las empresas discográficas no ganan para sustos y trazan planes de estrategias para enfrentarse contra su enemigo: Internet.

No son buenos tiempos para las casas discográficas. Si la piratería ha causado grandes daños a las grandes compañías de música, Internet es ahora contra lo que tienen que luchar. Y es que cada vez son más los enemigos que le salen a las casas discográficas. El Tribunal Superior de Justicia holandés ha dado luz verde para que el programa KazaA, permita a los usuarios intercambiar y acceder a piezas musicales. Los fundadores de KazaA, Niklas Zennstrom y Janus Friis, calificaron la decisión del tribunal holandés como una “victoria histórica para la evolución de Internet y para los consumidores”. El Tribunal de Amsterdam, ya emitió en marzo del 2002 que KazaA no implicaba una infracción directa de los derechos de autor. A pesar de que el programa KazaA permite a los usuarios compartir y bajar de la Red de archivos música, entre los que se encuentra melodías con derechos de autor, el Supremo holandés considera que la empresa, la cual elabora los programas, no es responsable de los contenidos que los usuarios puedan obtener. Hace tan sólo unos años Napster aparecía en Internet como la gran revelación, en donde los usuarios podían conseguir toda la música que quisieran. En su momento, las casas discográficas vieron cómo sus ingresos bajaban considerablemente y comenzaron a interponer demandas contra Napster. El resultado de todas estas acciones legales fue la desaparición de Napster y el descanso de las casas discográficas. Sin embargo, Internet vuelve a darle al mercado de la música más disgustos. Y es que, con KazaA, el problema de la piratería queda en un segundo plano.