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ACEITE DE ORUJO

Sanidad retira del mercado el aceite de orujo

Fotografía Máquinas embotelladoras de aceite

Máquinas embotelladoras de aceite

Por Javier BragadoTiempo de lectura1 min
Sociedad08-07-2001

La ministra de Sanidad, Celia Villalobos, ha provocado en los consumidores cierto recelo hacia la calidad de los productos consumidos y la rapidez de acción del Ministerio que vela por la salud de los españoles.

Los análisis de varias muestras de aceite de orujo de oliva del mercado han revelado dosis más altas de las recomendadas de benzopirenos, una sustancia cancerígena en dosis continuadas y muy prolongadas. Por eso, Villalobos decidió intervenir el pasado martes y emitió una alerta sanitaria que se tradujo en la retirada de todas las botellas de este producto.Arturo Cert, jefe de análisis de del Instituto de grasa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha confirmado que la presencia de benzopirenos se conocía desde enero y que así se lo hizo saber a las ocho refinadoras de aceite de orujo que se encuentran en España. Sin embargo, la ministra de Sanidad ha negado conocer estos resultados y asegura que la primera noticia del aceite de orujo con excesivo número de estos componentes cancerígenos le llegó el 31 de mayo, cuando la embajada de la República Checa le comunicó que una partida de este tipo de aceite había sido paralizada. A raíz de esta notificación, el Laboratorio Agroalimentario investigó la denuncia. Según Dolores Flores, directora general de Salud Pública, los resultados con 13 partidas de aceite de orujo de oliva con niveles inaceptables de benzopireno se conocieron el 29 de julio, en clara contradicción con la ministra de Sanidad, quien ha asegurado que ordenó inmovilizar toda la producción y retirar del mercado este aceite poco después de conocer los resultados, el 3 de julio. Para solucionar el problema, Celia Villalobos se reunió con los profesionales relacionados con este campo, quienes solicitaron una retirada progresiva en un plazo de 20 días. La ministra de Sanidad no se conformó y ordenó al día siguiente apartar totalmente el aceite de orujo del alcance de los consumidores, cuando la ley sólo permite emitir una alerta sanitaria en los casos de riesgo "inminente", extremo que la propia Villalobos ha descartado por la naturaleza del benzopireno.