JUSTICIA INTERNACIONAL

Milosevic se muestra desafiante ante el Tribunal de La Haya

Por Mariella Golia1 min

Internacional06-07-2001

Vestido con un traje azul oscuro, camisa blanca y corbata a rayas, Milosevic se sentó en el banquillo minutos antes de las diez de la mañana. Sin la asistencia de sus letrados, como era su deseo, el ex líder yugoslavo se mostró desafiante y en los 15 minutos que duró la sesión negó con insistencia la legitimidad del Tribunal Penal Internacional (TPI).

"Considero que éste es un tribunal falso y que las acusaciones son falsas". Sereno pero desafiante, Milosevic se pronunció con estas palabras ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya para la antigua Yugoslavia (TPIY) en su primera comparecencia. Negó la legitimidad del Tribunal y afirmó que el objetivo del TPIY era "producir falsas justificaciones de los crímenes cometidos por la OTAN". El presidente de sala del TPI, Richard May, suspendió la sesión inicial del proceso hasta el próximo 27 de agosto después de que Milosevic se negara a que le fueran leídos los cargos y a pronunciarse sobre ellos. "Eso es asunto suyo" respondió cuando se le preguntó si quería que se le leyese el acta de acusación. El TPIY acusa al hombre que gobernó durante 10 años Yugoslavia de la muerte directa de decenas de ciudadanos kosovares y de la deportación de más de 700.000 albanokosovares en la provincia de Kosovo entre enero y junio de 1999. Milosevic dispone de un plazo de 30 días para pronunciarse sobre su inocencia o culpabilidad. Las autoridades de la República Serbia de Bosnia han reaccionado con un cambio de postura. El Gobierno de la entidad serbia anunció que remitiría al Parlamento un proyecto de ley de cooperación con el TPIY que prevé que las personas reclamadas comparezcan ante un juez local para ser identificadas aunque será el Tribunal Supremo quien decida sobre su entrega a La Haya. Además, el pasado jueves la Corte de Apelaciones del TPI confirmó la sentencia de 40 años de cárcel dictada en 1999 por crímenes de guerra y contra la Humanidad contra Goran Jelisic, trabajador agrícola de 33 años. Jelisic reconoció su culpabilidad en numerosas ejecuciones de civiles perpetradas en el campo de detención de Luka, en Brcko -norte de Bosnia-.