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POLÉMICA EN EL PP

La subida de impuestos de Gallardón en Madrid altera el ¬statu quo¬ de los ¬populares¬

Por Ana María RiazaTiempo de lectura2 min
España08-11-2003

Cuando apenas se ha saldado la larga discusión a cerca de la Presidencia en la Comunidad, y parecía que aguas y cargos volvían a su lugar correspondiente, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, recibía un torrente de críticas por parte de los suyos.

Con el anuncio de la subida del Impuesto de los Bienes Inmuebles (IBI) así como de la aplicación en potencia de penalizaciones en el mismo para las viviendas vacías, el alcalde de Madrid despedía sus seis meses de regencia como Presidente de la Comunidad. Y con este mismo anuncio llegaba también la polémica: a cuatro meses de las generales -y del estreno oficial de Mariano Rajoy como sucesor y heredero del actual presidente del Gobierno, José María Aznar, a la cabeza del Partido Popular (PP)-, en plena tramitación de los Presupuestos Generales del Estado con déficit cero y al tiempo que el mismo Rajoy promete una bajada del IRPF para la próxima Legislatura, las medidas fiscales de Gallardón no se han recibido con aplausos en el seno popular. Algunas de las figuras con más peso dentro del partido se revelaban contra el alcalde de la capital. El actual vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, afirmaba al término de la jornada matinal de la Convención de presidentes y secretarios regionales del PP que "la elevación de los impuestos no es el camino para resolver problemas de presente y de futuro". En la misma línea, el vicepresidente segundo, Javier Arenas, respaldaba las opiniones vertidas por Rato y solicitaba a los dirigentes provinciales de su partido que apoyaran plenamente el núcleo del PP de cara a las generales de 2004, o que, por lo menos, no cometieran errores. Incluso el candidato popular a la Presidencia Autonómica de Cataluña, Josep Piqué, aconsejaba a Gallardón explicar a los madrileños las razones de esta subida, que según él, "no estaba recogida en los programas electorales". Finalmente, y a petición del propio Gallardón, ha tenido que ser el secretario general del partido, Mariano Rajoy, quien ejerciese de elemento conciliador entre los suyos, al declarar que "es conciliable bajar los impuestos generales con las decisiones que tomen las comunidades y los ayuntamientos", y que esta situación "en algunas ocasiones puede venir exigida por las circunstancias", para lo que tomó como ejemplo el gran desembolso económico que supondrá la apuesta por Madrid como candidata a sede de los Juegos Olímpicos de 2012, o la imprevista organización de la boda del Príncipe Felipe en la capital para mediados del próximo año. La propia Ana Botella, esposa del presidente José María Aznar, y concejala de Gobiernod e Empleo y Servicios al Ciudadano en el Consistorio de Gallardón, ha declarado en una entrevista a un periódico nacional que "no le supone un conflicto" el apoyo a Gallardón, en cuyo proyecto cree y confia porque, además, entiende "las circunstancias concretas" que han lelvado al Ayuntamiento de Madrid a la subida de algunos impuestos.