MIGUEL ÁNGEL BLANCO
Comienza el juicio a uno de los implicados en el secuestro y asesinato del edil de Ermua
Por Raquel Teresa Delgado2 min
España27-09-2003
Siete años después del asesinato de Miguel Ángel Blanco, se hace el juicio a Ibon Muñoa, ex edil de Batasuna, por implicación en su secuestro. Una primera sesión en la que Muñoa admitió haber alojado en su casa “por solidaridad” a los tres etarras que le mataron y el padre de Miguel Ángel Blanco, presente en la sala, no pudo evitar gritarle “asesino”.
La fiscal Olga Sánchez solicitó 24 años de cárcel por los delitos de secuestro y encubrimiento que se le imputan a Muñoa. El acusado declaró en la sala blindada y acristalada en la que comparecen los etarras por motivos de seguridad. Afirmó que entre junio y julio de 1997 alojó y dejó las llaves de su coche y su casa de Zarauz a dos de los integrantes del llamado comando Donosti, Irantzu Gallastegi, Amaia, y Javier García Gaztelu, Txapote, ambos presos en Francia a los que se acusa de ser los autores materiales del secuestro y asesinato del concejal. Reconoció que Gallastegui y Gaztelu le explicaron, para el caso de que la acción saliera mal, que iban a secuestrar a un edil, aunque no le revelaron el nombre de quién se trataba. También admitió haber recogido en San Sebastián, junto con los anteriores, al tercer miembro, el ya fallecido José Luis Geresta Oker, desde donde se trasladaron al apartamento de Zarauz, lugar que valoraron como escondite de Blanco durante el secuestro pero descartaron por razones de seguridad. En cambio, en su declaración negó haberles facilitado “información detallada” sobre concejales del PP en Eibar, a pesar de que en anteriores declaraciones judiciales afirmó que sí lo hizo pero sin saber con qué fin. En el juicio también declararon los padre de Miguel Ángel Blanco, ambos como testigos protegidos, amparados por una cortinilla para no ver a Muñoa. El padre, Miguel Blanco, no pudo contener su rabia en un momento del juicio y le gritó “Hijo de puta, cabrón, asesino. Soy el padre de Miguel Ángel Blanco. Has matado a mi hijo”. Poco antes había declarado que su hijo no había recibido amenazas antes de su secuestro y que deseaba que Muñoa cumpliera la pena máxima. La madre relató cómo fue la última vez que vio con vida a su hijo, cuando le dejó comiendo para ir a pasear, y los momentos siguientes al secuestro. También declararon otros testigos como los policías que tomaron declaración al acusado y las personas que hallaron el cuerpo de Blanco.