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IRAQ

Iraq todavía sufre carencias un mes después de la ocupación estadounidense

Por Salvador Martínez Tiempo de lectura2 min
Internacional22-06-2003

Que las escuelas y universidades hayan reabierto sus puertas, así como que la mayoría de los funcionarios hayan vuelto a sus puestos de trabajo son avances para el país ocupado. Pero la realidad del pueblo iraquí sigue siendo la de unos ciudadanos alejados de una mínima estructura política capaz de estabilizar el país.

Prueba de ello son las medidas represivas que, a través de disparos de soldados estadounidenses, acababan con la vida de dos manifestantes el pasado miércoles. Una manifestación que tiene mucho que ver con la sensación de caos que impera en el país: en Iraq el coste de la vida aumenta mientras que los salarios de militares forzados a dejar el ejército no llegan. La paciencia de los iraquíes tiene un límite, y que ésta venza en una sociedad donde hay cinco millones de armas para 21 millones de personas puede ser extremadamente peligroso para las fuerzas ocupantes. Para reducir esos riesgos, la fuerzas ocupantes hacían saber a la población que la posesión de armas pesadas y automáticas serán penadas con multas de mil dólares. Una prohibición que llegaba en la misma semana en la que, como en las dos anteriores, la represión a los opositores de la ocupación ha marcado la actividad del administrador civil de Iraq, Paul Bremer. La máxima autoridad estadounidense en Iraq señalaba el mismo día del asesinato de los manifestantes que su “objetivo es dar con todos aquellos que están intentando descarrilar la construcción y la seguridad de este país”. Sobre la formación de un gobierno representativo para Iraq se habló muy poco durante la semana pasada, pues la violencia desatada entre guerrilleros urbanos, manifestantes y las operaciones represivas han ensombrecido las labores diplomáticas en Iraq. Las acciones militares contra los que el Mando Central norteamericano llama “leales a Sadam” encuentran su razón de ser en hechos como los del pasado lunes: seis soldados norteamericanos resultaban heridos en una emboscada contra un convoy. En definitiva, que el club de élite Al-Alwiya, ubicado junto al hotel Palestina, organice un campeonato de tenis en la capital iraquí, no significa que haya normalidad en el país. Así, todavía no hay luz eléctrica en Bagdad.