ORIENTE MEDIO
El asesinato del extremista Kawasme empeora las difíciles relaciones en Oriente Medio
Por Ángela González
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Internacional22-06-2003
La discusión que desde hace días mantienen los dirigentes de Israel y Palestina sobre las condiciones implícitas en la “Hoja de Ruta” se recrudecía durante el fin de semana pasado. Algunas de las más importantes hacen referencia al repliegue de los soldados israelíes que ocupan la Franja de Gaza y la ciudad cisjordana de Belén, así como el traspaso del control de ambos territorios a las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina.
Por su parte, la ANP debe garantizar el cese de los atentados contra objetivos israelíes perpetrados por los grupos extremistas palestinos. Con este objetivo, el primer ministro palestino, Abu Mazen, se reunió con los portavoces de diversos grupos radicales como Hamás, Yihad Islámica o Al Fatáh para negociar un alto al fuego y una tregua de seis meses que faciliten la aplicación del plan de paz para la región elaborado por el Cuarteto (ONU, EE.UU., UE y Rusia) y conocido con el nombre de “Hoja de Ruta”. A pesar de los primeros esfuerzos, Mazen no ha alcanzado aún un acuerdo con los integristas, que tan sólo han aceptado renunciar a los atentados contra civiles israelíes. Una promesa que corre el riesgo de caer en saco roto si Sharon no ordena el cese de los asesinatos selectivos de líderes extremistas palestinos. Ante lo preocupante de la situación, las voces de la comunidad internacional no han tardado en hacer una llamada de atención. El ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Ahmad Maher, al conocer la muerte del dirigente de Hamás de la región de Hebrón, acusaba a Israel de "poner en peligro" su propia seguridad y la de los palestinos. "Israel está tomando medidas de provocación respecto a los palestinos" declaraba Maher ante los periodistas durante una reunión extraordinaria del Foro Económico Mundial (FEM) en Shune (Jordania), a orillas del Mar Muerto. El titular de Exteriores egipcio insistió en que su país "condena cualquier ataque dirigido contra civiles" y señaló que las operaciones contra los israelíes son llevadas a cabo por organizaciones "que escapan a cualquier control palestino (oficial)", mientras que las represalias israelíes contra los palestinos son "llevadas a cabo por el Ejército israelí". En contraposición, y aludiendo a la muerte de Kawasme, la ministra del gabinete israelí Tzipi Livni afirmaba que “si la Autoridad Palestina no asume una responsabilidad real, Israel tendrá que lidiar con las bombas de relojería”. Bombas que, según un comunicado hecho por las Brigadas Izz el-Deen al-Qassam, el ala militar de Hamás a la televisión Al – Jazeera, “llegarán con el favor de Dios. Los sionistas se maldecirán mil veces por cometer su crimen contra Abdula Kawasme”. Por su parte, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y el Consejo Europeo hacían la semana pasada un llamamiento a los movimientos islámicos palestinos para que decreten un alto el fuego inmediato. La UE ha anunciado que “está dispuesta a ayudar a la Autoridad Palestina en su esfuerzo por suprimir el terrorismo y en su capacidad de impedir la financiación de éste”. Y de la misma forma se ha dirigido a Israel al exigir que “cambie radicalmente la política de asentamientos y ponga fin a la confiscación de tierras y a la construcción del llamado muro de seguridad".