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El Ejército iraquí desarrolla una defensa del país poco próspera

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional23-03-2003

Tras el inicio de los bombardeos, George W. Bush afirmaba en un mensaje dirigido a la nación que la guerra puede ser más larga de lo que muchos esperan. Pero la defensa de Irak, de momento, no impide los avances que declara el Pentágono.

Tres meses de trabajo de los inspectores de desarme no impidió que Irak pudiera lanzar misiles al empezar la guerra. Eso sí, estos 15 misiles balísticos han constituido la única contra que ha podido lanzar el Ejército iraquí. El Pentágono tiene previsto, según la cadena CBS, lanzar decenas de miles de bombas sobre todo el territorio iraquí en la operación Shock and awe (choque y sobrecogimiento). Entre esas bombas hay 600 misiles de crucero, iguales a los que salen del contingente marítimo estadounidense situado a unos 500 kilómetros de Irak. El objeto de esta operación es destruir la logística administrativa de Irak y aterrorizar a los militares iraquíes para forzar su abandono de filas. Unos objetivos inconmensurables si se comparan con el lanzamiento de 15 misiles que, por estar obsoletos o por ser destruidos antes del impacto previsto, sólo lograron recordar a los kuwaitíes que también existe Ejército iraquí. El resultado del ataque fue el siguiente: dos misiles cayeron al mar, cinco cerca del contingente estadounidense, y el resto fueron interceptados por misiles Patriot. Sin versión oficial del contraataque, la CNN informó del lanzamiento de 9 misiles por la mañana y otros 6 por la tarde. El gran temor de las tropas acantonadas y de los kuwaitíes no era otro que la posible carga de agentes biológicos y químicos que podían albergar los proyectiles iraquíes. De ahí, que cuando se dio la alarma en el emirato todo el mundo corriera a ponerse las máscaras de protección. Pero dada la frustración del ataque con misiles de largo alcance, todo quedó en “un recordatorio muy oportuno de que lo que amenaza al otro lado es real”, según afirmaba el portavoz militar británico, el teniente coronel Sean Tully. El pasado fin de semana, se comenzaron a registrar en el Ejército iraquí las primeras deserciones. Las imágenes de CNN y de Al Yazira así confirman que la operación Shock and awe es efectiva, no así la defensa de Irak.