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La guerra motiva tensiones políticas en la Comunidad Internacional

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura1 min
Internacional23-03-2003

La coalición que ha configurado la Administración Bush cuenta con 35 miembros. Debido al cuestionable amparo legal de esta guerra, el presidente de Estados Unidos se vale de una “coalición de voluntades”.

A esa coalición le faltan las más que pudientes voluntades de Francia, Rusia y Alemania. Además, las jefaturas de Gobierno de estos estados cuenta con la oposición de otros países y, claro está, con el clamor popular mundial al margen de EE.UU. La semana pasada se confirmó que EE.UU. podría utilizar corredores aéreos en Turquía. Así, el ataque masivo sobre el sur de Irak se verá armonizado por otro igual de contundente desde el norte del país. Australia participa desde el pasado viernes con 3.000 hombres, y por supuesto, Reino Unido ataca con EE.UU. por tierra, mar y aire a Irak. Éstos son tres ejemplos de voluntades a favor de la guerra. Pero también los hay que están muy en contra. El presidente ruso, Vladímir Putin, acusaba a Washington de haber “cambiado el Derecho Internacional por el derecho del puño”. Irán, a través de su guía supremo, el ayatolá Alí Jameini, exigió a EE.UU. que suspendiera su “satánica” invasión y que dejara al pueblo iraquí decidir sobre su futuro, ya que “debe decidirlo sólo la nación iraquí”. También desde el mundo árabe, en Yemen un grupo opositor insta a que la diplomacia estadounidense deje los territorios árabes. Este posicionamiento es similar, por su rechazo a la invasión de Irak, al de China. Pekín se pronunció sobre los ataques haciendo la siguiente petición a las voluntades coaligadas: “Urgimos enérgicamente a los países en cuestión a que detengan inmediatamente la acción militar”. La Unión Europea no presenta, en conjunto, tanta oposición a la guerra pues de los Quince España, Reino Unido, Italia, Países Bajos y Dinamarca prestan apoyo ya sea político, logístico o militar. También futuros miembros están dentro de la coalición configurada.