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Las expectativas sobre la guerra animan las bolsas, que no paran de ganar

Por Ana Romero VicenteTiempo de lectura2 min
Economía21-03-2003

Llorar o reír. “La guerra ha comenzado”, anunciaba Bush el pasado jueves. En Irak comenzaban los bombardeos y en las bolsas de forma paralela comenzaban otro tipo de riesgos: el negocio bursátil acaba de recibir una descarga de 250 vatios. Llorar o reír. La guerra, de momento dominada por el avance de occidente, empieza a consolar a los que creían que todo perderían. Eso sí, no hay que olvidar que lo ganado por unos es perdido por otros.

La Casa Blanca ha tenido que rectificar, o volver a afirmar, como anunciaba en sus discursos pro guerra, que ésta será corta. Convencer parece que sí lo ha hecho y en los mercados ya se ha olvidado que Bush pusiera en duda la efimeridad de la guerra. Pero una vez repuestos los inversores de este shock que duró un día, la situación en los parqués no sólo volvió a la normalidad sino que empezó a desbancar incluso las expectativas de los más positivos. La fuerte caída de las Bolsas en el 2002 y la lenta recuperación de éstas en lo que va de año jamás imaginó el giro espectacular que iba a experimentar en dos días: el jueves, inicio de la guerra en Irak y el viernes, ajetreado día de compras en el que hubo movimientos de grandes cantidades de dinero. Son las dos caras de la moneda. El planteamiento que el actual inversor se hace en su cabeza es el siguiente: la toma de Bagdad es inminente, por lo que la guerra concluirá en poco tiempo. Para ello, armas y dinero por doquier y sin miramientos para acabar con un régimen que de momento no muestra una fuerte oposición. Además, este inversor está mirando también al pasado y toma como ejemplo la primera guerra en el Golfo. Haciendo un compendio de todas estos motivos, elige el escenario de la victoria: ha decidido apostar fuerte y comprar los grandes valores, los antes más castigados por la incertidumbre. Este es el escenario que eligió la semana pasada, más bien los últimos días de ésta, y no le fue mal. En Nueva York, todos los indicadores bursátiles, Dow Jones, Nasdaq y el NYSE, obtuvieron importantes ganancias. El Nikkei japonés también brilló durante estas jornadas y en Europa no fue menos. Aunque como siempre motivadas por el buen ánimo y funcionamiento norteamericano, las plazas europeas también funcionaron bien por sí mismos. En España, el Ibex 35, aunque no fue la que más beneficios recaudó, terminó la semana consagrándose como la mejor desde que comenzó el 2003. Ganó un 2,55 por ciento, recopilando más de 6.200 puntos. Entre los valores más cotizados se encuentra Amadeus, Telefónica, los bancos SCH y BBVA, Repsol YPF, Endesa, Iberia y Gamesa, entre otros.