Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

BALONCESTO

Tenerife, a la cuarta va la vencida

Por Daniel AyllónTiempo de lectura2 min
Deportes02-02-2003

Los tinerfeños, que disputaron tres de las cuatro últimas finales, se hizo con su primer título de la Copa del Príncipe al derrotar al Bilbao Basket por 70-55. Iván Rodríguez, base del conjunto insular, resultó clave decisivo y fue elegido Jugador Más Valioso. Los dos equipos de Baleares, el anfitrión Drac Inca y el Menorca, quedaron apeados en semifinales.

El Tenerife ganó la final de la Copa Príncipe al Bilbao Basket gracias al magnífico tridente que forman la mejor pareja de pívots de la Liga LEB -equivalente a la Segunda División-, los americanos Hamilton y Savane, y su capitán, el base Iván Rodríguez. Contra el conjunto de Vidorreta, el Bilbao, los 13 rebotes de Hamilton y los 18 puntos del cerebro insular resultaron definitivos. Además, Rodríguez fue galardonado con el premio de Jugador Más Valioso (MVP) del Torneo. El conjunto de Paco García, líder destacado de la LEB, había jugado la final tres veces en las últimas cuatro temporadas, pero después de haber perdido anteriormente contra el Ourense y el Lucentum de Alicante, éste es su primer trofeo en la competición. En el partido, el Tenerife acusó la buena defensa del juego interior y de los lanzamientos lejanos de los vizcaínos, que a pesar del resultado, ni mucho menos se mostraron apáticos. En este sentido, Iván Rodríguez fue un balón de oxígeno durante todo el encuentro. En la primera parte, ayudó a acabar con el tapón defensivo del Bilbao y, en la segunda, la acumulación de faltas de Hamilton y Savane le dio más protagonismo. Esta circunstancia también fue aprovechada por Santi Toledo, el tercer pívot tinerfeño, que jugó unos buenos minutos. El ojeador de los Grizzlies de Memphis, a pesar de la derrota, se marchó con buenos informes de los jóvenes de Bilbao Tiago Splitter y Txemi Urtasun. El Menorca y el anfitrión, el Drac Inca, se quedaron en las semifinales y no pudieron disputar una final cargada de morbo debido a la rivalidad regional existente entre ambos conjuntos. A los locales los apeó el Bilbao de la ansiada final por 66-71, mientras que el Tenerife ejerció de verdugo con el Menorca (57-84), en un partido que controló desde el inicio y que no fue sino la antesala perfecta para la gran fiesta con la que se prolongó la final. Los tinerfeños, ahora, aspiran a seguir los pasos del Lucentum, y rematar la temporada con el ascenso a la ACB, que sería un resultado más que extraordinario.