POESÍA
Fallece a los ochenta años el poeta José Hierro
Por Celia Maza de Pablo1 min
Cultura21-12-2002
Amigos, políticos, literatos y académicos quisieron dar el último adios y acompañar a María Ángeles Torres, viuda del poeta, que dijo que murió “relajado y muy tranquilo”. Una de sus hijas quiso recordar su padre como un hombre lleno de vitalidad y que incluso, tenía todavía en mente un proyecto de Getafe.
Pero lo que no pudo dejar terminado fue uno de los discursos que con más empeño preparaba desde 1999 cuando fue elegido miembro de la Real Academia. Hace un año, el poeta declaró que los más dolorosos sería "morirme sin cumplir una obligación que tengo contraída" pero no es necesario escribir un discurso para comprometerse con la historia de un país que durante más de cincuenta años pudo leer sus letras. Una vida llena de versos, sentado cada tarde en el bar "La Moderna", Jose Hierro, encontraba su inspiración entre el jaleo y murmullo de obreros y estudiantes que le vieron por última vez esta primavera, ya con el "oxígeno puesto". Nació en Madrid pero pronto se trasladó con su familia a Santander y comenzó a escribir lo que le sugería la realidad en la que se encontraba. Sus primeros poemas estaban marcados por la Antología de la poesía española contemporánea de Gerardo Diego, poeta al que conocería años más tarde. Hierro siempre supo rodearse de los grandes como Espronceda, los de la generación del 98, sí como la del 27, pero siempre guardando su propia tónica. Su gran carácter se hace patente al salir de la cárcel en 1944, cuando refleja en sus letras el horror, la violencia y la muerte, de los años de la guerra civil. Son de esta época sus tres primeros libros titulados Alegría, Tierra sin nosotros y Con las piedras, con el viento. En los años en los que tan de moda estaba llamada poesía social, Hierro, publica Quinta del 42 (en 1952), pero no deja atraparse por tendencias y su próximo título se centrará en el yo, Cuánto se de mí. Su gran éxito llegará en el 98 con Cuadernos de Nueva York.