HOMENAJE
Se cumple un año de la muerte de Julio Fuentes
Por Arantxa Osrusco2 min
Comunicación24-11-2002
“Lo primero es cumplir con mi trabajo como periodista, no descansar jamás hasta que doy con la información, con la noticia propia, ésa que uno tiene que buscar a pesar de cualquier peligro”(Julio Fuentes). Hace un año el periodista enviado especial de El Mundo, Julio Fuentes, encontraba la muerte en Afganistán, intentando reflejar, transmitir e informar de la realidad que se vivía en el centro del conflicto.
El 19 de noviembre de 2001 reporteros de guerra de todo el mundo se encontraban en Afganistán para poder ser los ojos de una guerra que se empezaba a cocer en el interior, a raíz de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington. Ese mismo día una crónica de Julio Fuentes aparecía en los diarios españoles de El Mundo. Su afán por buscar la verdad y encontrarla pese a lo peligros que eso conllevaría, le llevó a descubrir una de las bases de Al-Qaeda con numerosas ampollas de gas sarín. La crónica resultaba ser un importante documento periodístico y de investigación de quien, horas más tarde, y ejerciendo su trabajo con valentía, era asesinado junto a tres compañeros más de profesión cuando viajaban a Kabul en busca de más información veraz que transmitir a los lectores. Un año después de su asesinato a manos de un grupo de terroristas de la red de Al-Qaeda, se sigue recordando al periodista. La libertad de expresión es una frase que acompaña al recuerdo de Julio. Su muerte y la de sus compañeros que lo único que hacían era realizar su trabajo como comunicadores, ha servido para que en Afganistán, un país donde se violan los derechos más fundamentales del hombre, se conozca la realidad que se vive. El territorio en el que habitaba el desaparecido hasta el momento y ejecutor de los atentados del 11-S, Bin Laden y su conjunto de talibanes armados, ha podido sufrir los destrozos de una guerra suscitada en revancha por el Gobierno de los Estados Unidos, pero ha supuesto también el desmantelamiento del gobierno talibán que operaba en la zona. En toda la historia, miles de profesionales del periodismo han visto como su valentía y coraje agonizaba en alguna guerra que cubrían. Como Julio Fuentes, reportero de guerra en muchos conflictos armados como el de Irak del 91, de Kosovo y Chechenia o la última que libró, la guerra de Afganistán, han valido para que el ser humano descubra y reconozca el gran valor, decisión y arrojo con el que muchos se enfrentan cada día a la injusticia. El pasado 19 de noviembre, la viuda del periodista recordaba la persona de Julio, en el mismo lugar donde le asesinaron cruelmente. Allí una piedra recordará los nombres tallados de los cuatro periodistas asesinados ese día por guerrilleros y en una escuela de prensa, construida sobre las ruinas de una antigua cárcel talibán, el nombre de Julio Fuentes quedará colgado de una pared para que día a día sea homenajeado con la labor informativa que intentarán llevar a acabo los estudiantes a través de la libertad de expresión.