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En España, los niños también trabajan para comer

Por Fernando Cancio MartínezTiempo de lectura1 min
Sociedad20-11-2002

Son muchos los niños menores de 16 años que, una vez terminadas las clases, tienen que marcharse enseguida a su puesto de trabajo. Una tarea que les quita horas de estudio, diversión y, sobre todo, de infancia.

España no se queda atrás en cuanto a trabajo infantil. Aunque este no sea uno de los mayores problemas del país, hay que tener en cuenta que son cerca de 170.000 los menores que se ven obligados a trabajar para ayudar a sus familias, o lo que es peor, para poder salir ellos solos adelante. Muchos lo hacen ayudando con el ganado o la agricultura, otros se dedican a la venta ambulante y los hay que buscan cualquier cosa con tal de poder comer. Según un estudio llevado a cabo por UNICEF, el 3,5 por ciento de los menores que trabajan lo hacen en tareas del hogar, siendo en este caso mayoritarias las niñas, un 0,51 por ciento trabajan en negocios o tiendas y un 0,35 por ciento en ganadería y agricultura. En estas últimas labores es donde más chicos hay. Sin embargo, esto no se considera un problema, quizás por ser una cifra muy distante con la de otros países del mundo. En total en el mundo, 250 millones de niños han dejado sus estudios para empezar a trabajar, por lo que la cifra española puede resultar para muchos insignificante. El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Nuñez Morgades, señaló que "el trabajo de los niños considerado peligroso o explotador en España no constituye un verdadero problema". Según el defensor, "no se puede hablar de explotación, pero no existe control de la Administración", esto es, que nadie controla si se mantiene la escolaridad del menor, si el trabajo es perjudicial para él y su formación o si trabaja demasiadas horas. El Día Universal del Niño afronta con firmeza el problema del trabajo infantil y de la explotación a los más pequeños, aunque en España preocupe menos.