MUNDIAL
Suiza, contigo empezó todo
Por Christian Fernández4 min
Deportes03-06-2018
Poco ha gustado a España siempre Suiza. En 2010, sucumbieron en el primer partido de la Fase de Grupos. Ocho años después, un empate en Castellón resume el primer amistoso de la selección en el camino a Rusia. Odriozola puso el gol; Asensio y Lucas, la química; y Ricardo Rodríguez, las ganas de aguar la fiesta. Una fiesta que mucho estaba gustando a la afición del Villarreal, que hoy cambiaba el amarillo por el rojo. Y una fiesta que buenas sensaciones estaba dando en el vestuario local.
El calor de Castellón recibía al conjunto hispano con un Estadio de La Cerámica sin ninguna butaca libre en sus gradas. Una taquilla que ya comienza a ser costumbre en los feudos donde juega la selección. Y no es de extrañar, a una docena de días de que comience la gran cita mundialista, los hombre de Lopetegui asumían su penúltimo partido amistoso antes de viajar a las frías tierras rusas. En frente, una Suiza que, al igual que España, también debutará en cuestión de días frente a un conjunto de habla portuguesa. Con Odriozola en el lateral y Aspas acompañando a Costa como novedades arrancaba el encuentro.
Todos los datos del encuentro
De comienzo, guion predecible. La Roja manejó el cuero como mejor sabe hacer. La dupla Iniesta-Silva hacía del centro del campo un territorio inexpugnable para la zaga suiza. Aunque la primera ofensiva de los locales llegó de los pies de Gerard Piqué –ovacionado en los primeros instantes de partido-. Un buen cambio de banda acabó en las botas de Koke, el cual no vio puerta gracias al acierto de un atento Sommer en portería.
Tímidas internadas del combinado suizo intentaron amargar la primera parte a los españoles. Pero fuertes y sobrios Piqué y Azpilicueta frustraron las ocasiones de Seferovic. Muy activo Costa, dueño de la delantera hispana; pero pocos encuentros ha disputado junto a Aspas, pues tanto hispanobrasileño como gallego no acabaron de entenderse. Aunque el primer tanto local llegó de las botas contrarias.
Un mal despeje de la zaga visitante surcó el cielo valenciano. Mucha altura y poca distancia, pues, en la medialuna del área, el esférico se encontró con el empeine de Odriozola. Zapatazo con los cordones del vasco y el balón a las redes del arquero del Borussia Mönchengladbach. España encontró la recompensa que mucho había estado buscando. Y justo en el momento que más la estaba teniendo el combinado entrenado por Petkovic. Un pase de la muerte que no llegó a nadie de los visitantes y el colegiado autorizó el camino a los vestuarios.
El cambio de Aspas por Lucas Vázquez al comienzo del segundo acto dio frescura y pulmones a la delantera española. Aunque, al igual que su paisano, el punta del Real Madrid no pareció entenderse bien con Diego Costa. Pero por algo se llama a esto “amistoso preparatorio”, ya saldrán las combinaciones. Entre cambios suizos y españoles llegó el, a la par, más importante del encuentro. Iniesta daba paso a Saúl y se despedía de la selección española en los campos nacionales. Una calurosa afición, con algún aplauso suizo incluido, decían adiós al genio de Fuentealbilla.
El juego se efectuaba en los tres cuartos de campo favorables a los rojos. Suiza las veía ir y venir, pero la buena colocación de los centrales y el cierre de los laterales hacían del área rival un fortín inexpugnable. Y, cosas que suelen pasar en ocasiones en el fútbol, cuando mejor estaban los de Lopetegui llegó el tanto del empate; irónicamente con la misma discordia del último gol que marcaron los suizos a los hispanos; un ya lejano junio de 2010.
Un centro de Lichtsteiner, con más forma de tiro ajustado que de centro, fue mal despejado por De Gea en su segunda intervención de la noche. Entre piernas con medias azules y blancas solo se pudo ver como Ricardo Rodríguez sentenció el error del arquero del Manchester United enviando el balón a las redes hispanas.
Desde ese momento, asedio total a la portería de Sommer. Asensio y Lucas Vázquez manejaban la bola a su antojo, como ya acostumbran en el feudo merengue. Pero una férrea resistencia noreuropea hacía imposible que el 2 se escribiera en el marcador de la casa del Villarreal. La tuvo el mallorquín en sus botas tras una genialidad del gallego. Pero, atento meta suizo, frustró el tiro del punta blanco. Monreal y Azpilicueta, en bandas, buscaron a un recién entrado Rodrigo. Pero no había brecha visitante.
Un tiro de Nacho cruzado al segundo palo pudo dar el gol de la victoria y la jornada a los de Lopetegui, pero la cruceta dijo que ese balón no cogería puerta. España se despidió a su país con un empate nada merecido en Castellón. En 2010, con un pinchazo frente a Suiza comenzamos el camino a levantar esa preciada copa, Rusia testigo será de repetir esa hazaña.