Museo del Prado
Restaurado y en exposición ‘El Triunfo de la Muerte’ de Pieter Brueghel
Por Ana Cabrera Gambarini2 min
Cultura05-06-2018
El Museo del Prado expone El triunfo de la muerte de Pieter Brueghel el Viejo,que se estima pintado en 1562, después de haberlo restaurado durante el último año. El arreglo ha permitido descubrir detalles originales de la obra que, al estar tan afectada, no se conocían. La encargada del proceso de restauración ha sido Maria Antonia López, y admitía que se han descubierto "una nitidez con la que no se contaba anteriormente".
Este retrato del final de la vida de Pieter Brueghel lleno de detalles, es un óleo sobre tabla que data aproximadamente del siglo XVI. El Museo del Prado, tras un periodo de restauración dirigido por Maria Antonia López, se verá colgado de nuevo en los pasillos del edificio.
El paso del tiempo y una serie de cuestionables restauraciones de la madera y la pintura habían desposeído a la obra de su colorido y de un sinfín de detalles. Tras una puesta a punto de un año, vuelve a la sala 55 del edificio Villanueva junto al otro gran tesoro de Bruegel que posee el Prado, El vino de la fiesta de San Martín, sarga al temple de cola descubierta y atribuida por el museo en 2010.
La encargada de la restauración admitía en la rueda de prensa del 28 de mayo que se han descubierto nuevos elementos de color en la pieza, así como "una nitidez con la que no se contaba anteriormente". "En el resultado final se observa una recuperación del espacio, puesto que antes la imagen central se presentaba como un tumulto borroso, así como una recuperación de la técnica pictórica original", ha señalado para añadir que se ha descubierto que era un pintor "muy preciso" y que utilizaba técnicas como el tiento o incluso la utilización de su propia huella dactilar. Esta restauración, además, ha tenido como soporte al especialista José de la Fuente.
Alejandro Vergara, jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del museo, no duda en afirmar que esta obra, a cuya restauración ha contribuido la Fundación Iberdrola, que anualmente colabora con 350.000 euros, es una de las obras que vertebran la colección del museo.
La obra es una joya pictórica de la pinacoteca del museo y hasta hace unos años, la única que se tenía del pintor. "Es un cuadro de una calidad excepcional de un pintor necesario en la historia del arte europeo y que está al mismo nivel que El Bosco", declaraba Vergara.
El autor, a veces comparado con El Bosco, a pesar de la influencia de Italia en los pintores de su tiempo, él retuvo su veta popular y un sentido profundo y directo de la realidad junto a un gran sentido crítico, asumiendo sus pinturas la filosofía popular con tal sagacidad, inteligencia y verismo.