SUDAMÉRICA

Argentina y el FMI, cada vez a más distancia

Por Raquel González2 min

Economía03-11-2002

El optimismo mostrado por el Gobierno argentino en numerosas ocasiones va decayendo conforme pasan los días. Las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) vienen sucediéndose desde hace 10 meses. Lejos de llegar a un punto de confluencia, las posturas de ambos bandos se alejan cada vez más.

Argentina pide un nuevo paquete de ayudas económicas que sirvan para saldar las cuentas con el Banco Mundial, al que le tendrán que pagar 890 millones de dólares antes del 14 de noviembre. Si esa ayuda económica no llega o el vencimiento de la deuda no se atrasa, el país entrará en suspensión de pagos total. Ahora mismo Argentina suspendió los pagos a sus acreedores privados el pasado mes de diciembre, pero de momento mantiene sus compromisos con los organismos internacionales de crédito, como es el Banco Mundial. El último en intentar lograr un sí del Fondo ha sido el ministro de Economía, Roberto Lavagna. Este viajó a Washington para continuar las negociaciones. La respuesta ha sido la misma, el FMI no ve estabilidad política en Argentina y no está de acuerdo con algunas de las políticas económicas que se están llevando a cabo en el país. Una de esas políticas ha sido propuesta por el mismo Lavagna y gira en torno a reducir el IVA para así fomentar el consumo. Esta opción está muy lejos de ser válida para el FMI, ya que no creen que con esta medida aumente la recaudación estatal, que es siempre el objetivo final. Habrá que esperar pues a ver si el Fondo cambia de opinión, algo que parece bastante improbable hasta que no se conforme el próximo Gobierno de Argentina y esto no ocurrirá hasta marzo del 2003. Mientras, la economía del país muestra tímidos síntomas de recuperación. La recaudación de impuestos ha subido un 33,5 por ciento en octubre con respecto al mismo mes del pasado año. También se ha notado una remisión en los cierres de los comercios pese a que las cifras siguen siendo de vértigo, en octubre cerraron 3.000 comercios minoristas.