Copa del Rey

El campeón no da cuartel

Por Christian Fernández4 min

Deportes02-02-2018

El Valencia no pasa por su mejor momento, y esta noche, en el Camp Nou, se vieron los mismos fantasmas que ya aparecieron el finde pasado en Mestalla. El Barcelona salió con todo en este estreno de las semifinales de Copa, y compasión no tuvo. Messi y Suárez comandaron un choque que díficil se puso al principio, pero con el campeón nadie puede relajarse. Un único error de una auténtica muralla que plantó el Valencia bastó para viajar a la ciudad condal con un 1-0 en el global.

La segunda semifinal de la Copa del Rey llegaba hasta la Ciudad Condal. Barcelona y Valencia se citaban en el coloso del fútbol europeo, con el fin de demostrar por qué están en este tramo de la competición. El que mejor llegaba, claramente, eran los azulgranas. Tan sólo una derrota en toda la temporada y jugando en su competición favorita, hacían ver que fuertes tempestades caerían sobre los chés. Los de la parte levantina del mapa, tocados y medio hundidos. En Liga, sendas derrotas frente a Las Palmas, farolillo rojo, y el Real Madrid, hacían ver este ecuentro como una forma de renacer... o morir. Pitido del colegiado y el choque comenzaba.

Los primeros instantes fueron de los visitantes. Rodrigo intentó una internada desde la banda con el fin de servir el cuero a Vietto, pero el esférico nunca llegaría a su objetivo gracias a un notable Piqué cortador. Lo volvieron a intentar con un balón dividido, pero andó atento Cillesen, que salió fuera de la cueva para despejar esa oportunidad. Es en ese momento del partido en que Messi baja de las estrellas y se pone manos a la obra.

Con el cuero en sus botas, el partido dio un giro de 180º. Los valencianistas se olvidaron de su labor en ataque y se concentraron en la zona de tres cuartos de campo, un cuarto para ellos. Vezo y Gabriel fueron los encargados de dirigir la que sería una muralla defensiva sólida y persistente durante el resto del encuentro. Lo intentaba el astro argentino por el centro, por la derecha y por la izquierda, y hasta por arriba, pero el balón una y otra vez era cortado por el excelente sistema defensivo plantado por los blancos.

Iniesta fue el protagonista de la mejor que tuvieron los de Valverde en la primera mitad. Messi sirvió un balón para el mago albaceteño. El manchego controló ante dos rivales y mandó un tiro en dirección a puerta. El balón fue desviado con la punta de los dedos de Domènech, suficiente para evitar el tanto de Luis Suárez, que ya estaba esperando para empujar esa bola. Para cerrar una primera parte redonda, el Valencia dispuso de la última intentona antes de tomar camino de vestuarios. Un rechace de cabeza de Umtiti llegó a las botas de un conocido de esa ciudad, Martín Montoya. El lateral de Gavá mandó un misil con la diestra en dirección a la meta de Cillesen, pero el balón nunca encontró portería. Pitido y al túnel.

La segunda parte comenzó con la misma dinámica. Asedio total a la portería del meta valencianista, que de momento, poca tarea había tenido. Minuto 63, falta en la frontal del área favorable a los culés. Messi, como no, fue el encargado de ejecutar el libre directo, el cual eligió el palo del portero el lugar al que mandar ese balón. Pero Domènech no cayó en la trampa y, sin apenas moverse, despejó ese tiro con los puños. Más fuerte tuvo que despejarlo, porque antes de que saliera el balón se empezó a gestar la jugada del gol.

Minuto 67, el cuero en posesión de Jordi Alba dentro del área valencianista. El catalán se la sirvió a Messi, que con dos toques logró dejar en el camino a Gayá y Vezo con la intención de llegar a línea de fondo. Tan solo levantó la cabeza un instante para ver que su compañero Luis Suárez se encontraba sólo en el segundo palo. El argentino mandó un centro medido hasta la cabeza del uruguayo, que solo tuvo que mandar el cuero al fondo de la red, rozada por Gabriel con la mano, pero engañó bien al colegiado doliéndose luego de la cabeza. 1-0 y fin al esfuerzo por abrir la lata.

Desde ese momento, si antes era un asedio, ahora lo era más. En un único error de la marca en la defensa, había llegado el gol local, por lo que los visitantes no estaban por la labor de llevar a su casa una desventaja peor. La tuvo el Valencia en un error de salida de Cillesen, pero el arquero fue más rápido que Santi Mina y mandó el cuero a córner. En las botas de Coutinho estuvo el 2-0 gracias a un tiro desde la frontal, pero Domènech no quería sacar otro balón del fondo de sus mallas y despejó la ocasión lejos de su portería. Con esa tónica se llegó al final del encuentro. La eliminatoria viajará a tierras más cálidas con una mínima ventaja por parte de los barcelonistas.