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RUSIA

La respuesta rusa al secuestro del teatro Dubrovka, a debate

Por Vicente García GandíaTiempo de lectura2 min
Internacional03-11-2002

Una semana después del secuestro del teatro moscovita, la controversia gira en torno al gas utilizado en la operación militar, la detención de uno de los líderes separatistas chechenos en Dinamarca, las modificaciones aprobadas a la Ley de Prensa y a la Ley sobre la Lucha contra el Terrorismo y a las repercusiones de lo ocurrido en la guerra con Chechenia.

Cuatro días después de la liberación de los rehenes, el ministro de Sanidad, Yuri Shevchenko, aseguraba que "Rusia no utilizó ninguna sustancia que contravenga la convención internacional de prohibición de armas químicas". El ministro ruso añadía además que "se usaron derivados del fentanil que no pueden, por sí solos, provocar la muerte". Sin embargo, hay científicos que sostienen que el uso sólo de este compuesto ni siquiera podría haber dormido a nadie por lo que insisten en que el gas utilizado tuvo que ser un cóctel de anestésicos combinados con algún gas de tipo nervioso, en este caso, sí prohibido por la convención internacional de armas químicas. Mientras la vida del país giraba en torno al debate sobre este aspecto, uno de los líderes separatistas chechenos más buscados, Ajmed Zakáyev, era detenido por la Policía danesa la semana pasada. "Zakáyev todavía no ha firmado la petición de asilo, pero esperamos que lo haga el martes o el miércoles", afirmó en declaraciones al rotativo danés Berlingske Tidende el representante oficial de Chechenia en Dinamarca, Osman Ferzauli. Al mismo tiempo, las autoridades rusas esperan una respuesta a su petición de extradición mientras el detenido continúa en prisión preventiva desde su detención a la espera de una resolución definitiva. En esos momentos, la discusión en el Parlamento ruso era otra. Se aprobó un paquete de medidas que restringen la libertad de prensa en las informaciones sobre el terrorismo y que abren sin duda paso a lo que el Secretario de la Unión de Periodistas de Rusia, Igor Yakobenko, ha denominado como una "censura total" a cualquier información que venga de Chechenia. Sin duda, la crisis provocada en el país a raíz del secuestro del teatro Dubrovka ha dado un giro importante al conflicto checheno. Si la única relación del Kremlin con el hasta ahora interlocutor rebelde, Aslan Masjadov, se limitan a una orden internacional de búsqueda y captura, Putin ha otorgado al Ejército poderes especiales en la lucha contra el terrorismo. De este modo, mientras ya se llevan a cabo operaciones en todo el país para la detención de rebeldes, las Fuerzas Armadas rusas podrán actuar con mayor contundencia en Chechenia y volver a utilizar bombarderos de más potencia en esta nueva y encarnizada "lucha contra el terrorismo". Los últimos balances oficiales sobre el número de víctimas definitivo dan cuenta de la magnitud de lo ocurrido: 119 rehenes y 41 terroristas muertos, 151 hospitalizados y cerca de 100 desaparecidos que las autoridades no reconocen.