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China

Un terremoto sacude la provincia de Sichuan

Por Javier Álvarez LagoTiempo de lectura1 min
Sociedad09-08-2017

El terremoto ha tenido su epicentro cerca del Parque Nacional de Jiuzhaigou, situado en el sureste de China. En las inmediaciones de este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1992, la población, pertenecientes en su mayoría a las etnias tibetana y yi, vive en pequeñas aldeas, muchas de las cuales podrían haber quedado gravemente afectadas por el temblor, ya que las carreteras continúan incomunicadas pese al continuo trabajo de millares de bomberos y voluntarios.

En su apogeo, la tierra ha llegado a temblar hasta en la capital de la provincia, Chengdu, situada a más de 300 kilómetros del epicentro. El fenómeno, de 6,5º en la escala Richter, ha originado decenas de réplicas, así como ha dejado muchas pequeñas aldeas incomunicadas. Por ello, pese a que se habla de 19 muertos, la cifra podría llegar fácilmente al centenar en los próximos días. Los heridos, por su parte, superan las 240 personas, si bien las autoridades chinas informan de que las heridas de la mayoría de estos no revisten de gravedad.

Debido a la magnitud del seismo presidente chino, Xi Jinping, ha pedido "no escatimar esfuerzos" en las labores de salvamento. El tráfico en la región ha sido suspendido para facilitar las labores de emergencia. Asimismo, el temblor estuvo precedido de un corrimiento de rocas que provocó al menos 26 fallecidos cerca del lugar, y que ha dejado una aldea completamente sepultada, dificultando aún más el acceso de los bomberos a la misma.

Por otra parte, debido al interés turístico de la zona, situada cerca de la frontera con el Tíbet, el fenómeno ha sorprendido en el lugar a miles de visitantes y turistas extranjeros. Así, según informa la agencia de noticias rusa Sputnik, al menos ocho turistas habrían muerto, mientras que unos 31.500 han tenido que ser realojados en centros de acogida provisionales montados en la zona al efecto.

Cabe destacar que en la provincia de Sichuan estos desastres naturales son tan devastadores como frecuentes. En el mayor de los terremotos que ha sufrido la región en la historia reciente, ocurrido en 2008, llegaron a morir hasta 90.000 personas. En 2013 la tierra tembló de nuevo acabando con la vida de 186 personas. De momento habrá que esperar el balance final de este aciago suceso, cuyos daños materiales son ya enormes.