Política
Los expresidentes analizan presente, pasado y futuro de España
Por Javier Álvarez Lago3 min
España05-07-2017
Los invitados, 40 años después de que se celebrasen las primeras elecciones democráticas en España tras el franquismo, han querido recordar también a los otros dos expresidentes ya fallecidos: Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo, ambos de la desaparecida UCD. Así, los tres también han coincidido en reivindicar la voluntad de unión que existió durante la Transición, voluntad que permitió crear un proyecto en común. Sin embargo, más que hablar del pasado, se ha hablado del presente y futuro del país y, especialmente, del proceso independentista catalán.
Así, Felipe González ha dicho que el problema que vive Cataluña en la actualidad no es territorial, sino de "convivencia". Y es que el presidente socialista, que dirigió el país de 1982 a 1996, considera que el soberanismo catalán ha fracturado la "convivencia social interna" de dicha comunidad, comparando los métodos del independentismo con los de Maduro y Stalin, afirmando que éste último también reconocía el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Y es que González es de la opinión de que el referéndum programado para el próximo 1 de octubre es una clara muestra de una voluntad de carácter secesionista. Asimismo, ha afirmado que "España sin Cataluña no es España, será otra cosa. Por tanto, eso no se producirá".
Por su parte, José María Aznar, jefe de Gobierno de la nación de 1996 a 2004, ha remarcado que, "antes de romperse España", se romperá Cataluña. Sirviéndose de un tono similar al esgrimido por González, ha declarado que los independentistas intentan "liquidar la democracia y la libertad", tras lo cual ha hecho un llamamiento a todos los partidos constitucionalistas de cara a que resuelvan este problema. A su vez, ha expresado su disconformidad con que esta cuestión aleje el debate de temas más transcendentales como puede ser la llamada revolución digital o la aparición, que Aznar considera no muy lejana, de la Inteligencia Artificial, revolución que el expresidente considera que será mayor que todas "las que hemos vivido".
Por otro lado, el popular ha querido recordar que "los Pactos de la Transición no fueron para esa generación, sino para la convivencia de las generaciones venidera", remarcando esa voluntad de dialogo y concordia que también han defendido los otros dos expresidentes. Asimismo, pese a que se ha calificado a sí mismo como reformista, pide que para cambiar la Constitución se informe previamente de qué cambios se realizarían y, especialmente, de que apoyos contaría esta reforma. Por último, en una clara alusión a la plurinacionalidad defendida en la actualidad por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha dicho que la soberanía reside "en el pueblo español, no en 17 pueblos".
Similar a esto último, José Luis Rodríguez Zapatero, presidente de 2004 a 2011, también ha expresado sus dudas de que sea conveniente reformar la Constitución para solucionar el problema territorial. Así, ha afirmado que "no hay que poner grandes expectativas en la reforma de la Constitución para resolver el problema", pues considera que este debe resolverse necesariamente mediante la "voluntad política". Asimismo, ha querido remarcar su confianza en que los próximos 40 años sean iguales o mejores que los anteriores, en los que se ha conseguido, entre otras cosas, crear una sociedad justa y tolerante a la cabeza del mundo en cuestiones como la sanidad, si bien reconoce que hay que mejorar, por ejemplo, el mercado laboral.
Como curiosidad, cabe decir que Rodríguez Zapatero ha tenido que abandonar el acto antes de que este acabase, ya que tenía que coger un vuelo. Aznar, tras preguntarle que si iba a Venezuela, donde el socialista ejerce de mediador entre Maduro y la oposición, le ha pedido que "tenga cuidado", lo que ha arrancado no pocas risas entre el auditorio, donde se encontraban, entre otros, figuras de alta relevancia política como Albert Rivera o Jaime Mayor Oreja.