Latinoamérica
Atacan desde un helicóptero el Tribunal Supremo de Venezuela
Por Javier Álvarez Lago3 min
Internacional28-06-2017
Un grupo de policías contrarios al régimen de Nicolás Maduro ha robado hoy un helicóptero de una de las bases militares del país para atacar desde él, tanto con armas de fuego como con granadas, el Tribunal Supremo de Venezuela y el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia. Por su parte, el presidente del país ha declarado que este ataque ha sido una muestra más del terrorismo golpista que asola Venezuela. Este ataque no ha provocado heridos.
El policía que ha liderado el ataque subía a Youtube posteriormente un vídeo en el que explicaba sus motivaciones. Así, Óscar Alberto Pérez, hasta la fecha jefe de Operaciones de la División Aérea, afirmaba en él que él y sus compañeros han decido actuar contra "la impunidad impuesta por este gobierno", al que no dudan de tachar de tiránico. Afirman pertenecer a un grupo integrado por militares, policías y civiles que se consideran a sí mismos patriotas sin ideología alguna, así como "guerreros de Dios" cuya misión es "vivir al servicio del pueblo" y conseguir para el mismo la libertad que consideran que el régimen de Nicolás Maduro le niega.
Por su parte, cabe destacar que el helicóptero en cuestión portaba una pancarta en la que ponía "350 LIBERTAD" en referencia al artículo de la Constitución del país que dice que "el pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos". Por lo tanto, consideran que su acción, al amparo de este artículo, es perfectamente legítima.
Desde el palacio presidencial de Miraflores, el ministro de Comunicación e Información del país, Ernesto Villegas, ha informado de que ya se está investigando el acto, afirmando que con él no se conseguirá detener "la activación del proceso popular constituyente" programado para el próximo 30 de julio. El Gobierno busca ahora vínculos entre estos terroristas y la CIA norteamericana, contacto que habrían establecido a través del ex-ministro del Interior Miguel Rodríguez Torres, quien reconoció haber contactado con la agencia pero por orden del propio Hugo Chávez. Asimismo, el ahora crítico del régimen ha negado cualquier contacto con Óscar Alberto Pérez, así como ha condenado el acto.
Por otra parte, el propio Nicolás Maduro ha tachado este ataque de "terrorista", afirmando que con él se pretendía dar un golpe de estado. También, en unas declaraciones que ya han dado la vuelta al mundo, ha proclamado que la República Bolivariana de Venezuela jamás se rendirá ante este estilo de presiones, y que lo que no se consiga a través de los votos se conseguirá mediante las armas, así como ha instado a la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD) a condenar el acto. Sin embargo, más que criticar el ataque, la oposición se ha centrado en esta afirmación de Maduro. Así, a través de su cuenta de Twitter, Henrique Capriles ha dicho que la misma constituye una "declaración de guerra" al pueblo de Venezuela.
Palabras similares ha utilizado el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Julio Borgues. Así, afirma que se puede ver que Maduro desea conservar el poder aunque ello conlleve el uso sistemático de la violencia, afirmando que su declaración constituye una apelación directa "a la brutalidad asesina de los colectivos paramilitares" que tantas muertes están provocando en el país. Y es que, tras 90 días seguidos de protestas generalizadas por todo el país, han muerto al menos 75 personas, elevando algunos cálculos la cifra a 90. Si bien algunas de estas muertes son imputables a los propios manifestantes, o cuanto menos a bandas violentas que les acompañan, cabe destacar que las más han sido producidas por la propia policía y el ejercito o grupos violentos asociados a los mismos.
Por último, el propio 27 de junio se ha producido un grave incidente en el seno de la Asamblea Nacional, donde miembros de la Guardia Nacional han expulsado, tras retenerlos inicialmente en su interior durante varias horas, a los diputados opositores, no sin cierta violencia, tras que estos pidieran ver unas cajas que contenían supuestamente contenido electoral "fraudulento", en palabras de Julio Borgues. Por último, también se han regristrado innumerables saqueos y reyertas en la ciudad de Maracay, situación que ha derivado en al menos 200 detenidos. La oposición pide al pueblo que continue saliendo a la calle a luchar contra lo que consideran un régimen tiránico, pese a los riesgos que esto conlleva. Para ellos, la turbulencia política y social que atraviesa el país "se llama Nicolás Maduro".