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Superhéroes

Wonder Woman lidera la nueva concepción femenina del mundo del cine

Por Paula Segura RamírezTiempo de lectura3 min
Cultura12-05-2017

La más grande heroína de DC regresa en un nuevo tráiler que nuevamente deja un buen sabor de boca después del primer avance que presentaron a finales de julio. Gal Gadot es la actriz elegida para dar vida a la princesa Diana de Themyscira, mejor conocida como Wonder Woman, quien ya hizo una breve pero grandísima aparición en la película de Batman vs Superman.

Las superheroínas indudablemente son un producto del siglo XX. Las mitologías antiguas relegaban a las mujeres a pasivos objetos del rescate, el deseo, la satisfacción o la compañía de los héroes. Ciertamente, en ocasiones colaboraban con el paladín dándole el objeto mágico con el que podían sortear los obstáculos; u otorgando las claves necesarias para que Teseo, Gilgamesh, Perseo, Thor, Hércules, y demás verdugos de dragones cumplieran sus hazañas. Pero hecho esto, pasaban a un segundo plano. En el siglo XIX, hubo una explosión de héroes por entregas. Paradójicamente, las heroínas escasearon, no así las villanas, que por mucho superaron a las buenas. Por ejemplo, Milady les hizo la vida imposible a cuatro mosqueteros.

El siglo XX vio un cambio radical hacia las mujeres. Su participación activa en dos guerras mundiales, sumada a una población crecientemente urbana y una acelerada revolución industrial, las convirtió en un público preciadísimo para los dueños de los medios. Surgieron revistas de temática femenina, suplementos en los periódicos exclusivos para ellas, millones de novelas rosa. Y después, llegaron los genios del cómic. Superman, Batman, los capitanes Marvel y América, Arrow y Linterna Verde, Flash y Aquaman, luchaban contra los villanos. Con sus ajustados trajes construían un nuevo arquetipo: el superhéroe moderno. Al igual que sus antecesores, gozaban de poderes ilimitados, pero a diferencia de ellos, el destino ya los había marcado. El destierro, la orfandad y el accidente los convirtieron en humildes, y consagraban su vida a enfrentarse a infinidad de villanos, cada uno más poderoso, que no les dejaban ni un minuto libre para encontrar su destino. Sus aventuras instantáneamente se convirtieron en un éxito bestial desde la aparición de Superman en 1938. Pero durante tres años sorprendentemente, constituyeron un cerrado club que no admitía ni una molécula de estrógeno en su seno. Hasta diciembre de 1941. Entonces, el mundo se maravilló.

Nacía una nueva heroína, literalmente una amazona, quien compartía todos los rasgos de fuerza, sagacidad y brutalidad de sus compañeros: coincidiendo con el ataque a Pearl Harbor llegó Wonder Woman, la Mujer Maravilla. Wonder Woman es importantísima para el desarrollo de las súperheroínas por la amalgama que logra entre poderes netamente masculinos y preocupaciones femeninas. Para empezar, tiene súper fuerza, velocidad, agilidad, y vuela. Detiene balas con sus brazaletes y para transportarse tiene un avión invisible. Hasta aquí, comparte mucho con sus colegas varones.

Wonder Woman se convirtió rápidamente en una consentida del público, aunque a los ojos de una feminista de los 70, tenía un grave defecto: era demasiado guapa. Es más, tenía un cuerpo envidiable, y su uniforme no contribuía a ocultarlo. Esto, que contribuía al deleite de los lectores, ha sido siempre la cruz que cargan las súper heroínas. Aunque el espíritu que animó la creación de Wonder Woman fue la igualdad con los hombres (que las mujeres lograban en la vida real trabajando en las fábricas y sirviendo en el ejército), su física sensualidad, inocultable en medio de los puñetazos, pesaría mucho en su contra décadas después, cuando el feminismo rechazaba no la violencia de los personajes, sino su excesiva y voluptuosa belleza.

Trailer Wonder Woman