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Asia

Condenado el español acusado de asesinato en Tailandia

Por Paloma SztrancmanTiempo de lectura2 min
Internacional21-04-2017

Artur Segarra ha sido condenado a la pena de muerte por el asesinato de David Bernat en la capital tailandesa, Bangkok, en enero de 2016. Además del cargo por asesinato premeditado, al imputado también se le atribuyen los delitos de secuestro, robo, tortura y falsificación de documentos. Pese a que el acusado se ha mostrado calmado en el momento que se ha dictado el veredicto, su abogado ha declarado que apelará a la sentencia.

Los hechos se produjeron el 26 de enero de 2016. Bernat, un consultor de 40 años  nacido en Lleida y residente en Irán, viajó a Bangkok el día 19 de enero con el pretexto de unas vacaciones y esa misma noche quedó con Segarra en su casa. Según las cámaras de seguridad, esa noche fue la última vez que se vio con vida a Bernat. De acuerdo con las fuentes policiales, Bernat fue retenido en casa de su asesino con el objetivo de extorsionarle y obtener los datos de sus cuentas bancarias.

Después del secuestro, Segarra se deshizo del cadáver arrojándolo al río Chao Phraya. La fecha en la que la víctima murió la establecieron los médicos forenses, quienes determinaron que Bernat murió asfixiado. Pese a que la causa de la muerte fuese la asfixia, las autoridades que encontraron el cuerpo en el río el día 30 de enero tuvieron que recuperar varios restos mortales, ya que el asesino se había encargado de descuartizar el cadáver.

Segarra fue detenido el 7 de febrero de 2016 en una localidad de Camboya y ha estado en prisión desde entonces. En su defensa, Segarra aseguró ser inocente de todos los cargos que se le acusaban y culpó a su ex novia de Tailandia, Pridsana Saen-ubon (quien testificó contra él en diciembre), pues consideraba que ella le había tendido una trampa.

Durante el desarrollo de la investigación, la Fiscalía interrogó hasta a 40 personas, pero ninguna resultó ser un testigo directo del asesinato. Sin embargo, se sabe que Segarra se desplazó en su moto cargando un gran bulto y que posteriormente no volvió a su domicilio con el mismo bulto.

Pero las autoridades han conseguido reunir las pruebas suficientes que apuntan a que Segarra fue el autor del crimen. Entre las pruebas conseguidas se incluyen huellas dactilares, muestras de ADN y registros bancarios. Todas ellas han sido determinantes para que el juez diese su veredicto. “Las pruebas forenses son fiables y no se pueden rechazar” declaró el magistrado, quien cree que el móvil del asesinato fue un motivo económico.

Si el abogado del condenado al apelar a la sentencia no obtiene el resultado deseado, la otra alternativa sería evitar la pena de muerte. Una condena que supondría un acontecimiento, pues pese a la condena del juez, desde 2009 que en Tailandia no se condena a nadie a muerte, y desde 2003 que no se ejecuta a nadie por asesinato, fecha en la que el país cambió el método de ejecución a la inyección letal.