AFGANISTÁN
EEUU lanza la bomba no nuclear más potente en Afganistán
Por Luis Artola3 min
Internacional14-04-2017
Este jueves el Ejército de EEUU lanzaba una nueva ofensiva, en esta ocasión en Afganistán, en la región de Nangarhar. El ataque aéreo se completó con el lanzamiento de una bomba de combustible no nuclear y la de mayor tamaño, 10 toneladas, nunca antes empleada en un conflicto. El proyectil conocido como GBU-43 MOAB se posicionó, tras ser transportado por el Hércules C-130, en la autodenominada por los yihadistas, provincia de El-Jorasán, con el objeto de destruir las instalaciones subterráneas del ISIS-K.
A última hora de la tarde (hora local) de este jueves se daba a conocer la noticia del lanzamiento de una bomba, por parte de tropas militares estadounidenses, en Afganistán. Este proyectil ha sido utilizado por Estados Unidos dentro de un operativo antiterrorista y se trata de la primera ocasión que el país norteamericano emplea una bomba no nuclear. Conocida con el nombre de "Madre de todas las bombas", por las siglas MOAB en inglés del nombre del explosivo, es la de mayor tamaño que existe. El Pentágono confirmaba solo dos horas después el ataque como mensaje de fuerza ante el desarrollo de defensa subterránea del yihadismo.
Según ha informado el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, el dispositivo se arrojó contra un complejo de túneles del Estado Islámico ISIS-K (EI), perteneciente a la provincia de Nangarhar, en Afganistán. Y, como ha confirmado Washington, es la primera vez en la historia de Estados Unidos que utiliza dicho artefacto, de aproximadamente 10 toneladas de peso, con registro GBU-43 Massive Ordnance Air Blast (MOAB) o Explosivo Aéreo de Artillería Masiva y cuya construcción está destinada a la destrucción de túneles y cuevas subterráneas.
La bomba GBU-43 es reconocida por tratarse de la más potente que existe sin el empleo de combustión nuclear. Hasta el momento únicamente había sido utilizada en experimentos vigilados y se desarrolló durante la guerra de Irak aunque no se empleó en combate. Según fuentes gubernamentales fue transportada por un Hércules C130 hasta el lugar del lanzamiento, en el distrito de Achin a las 19.32 hora local. De hecho, aún no hay información respecto a las posibles víctimas de la propagación del dispositivo.
La provincia de Nangarhar, centro de la proyección de la bomba no nuclear, es uno de los emplazamientos de miembros del Estado Islámico (EI) donde se ocultan y desarrollan operaciones en cuevas. Forma parte del asentamiento que éstos denominan provincia de El-Jorasán. Se encuentra cercana a la frontera con Pakistán, al este de Afganistán. El Pentágono, a través de su portavocía, ha comunicado que "el bombardeo estaba diseñado para minimizar el riesgo para las fuerzas afganas y estadounidenses que desarrollan operaciones sobre el terreno en esa zona, al tiempo que se maximiza la destrucción de combatientes e instalaciones del El-Jorasán". Es decir, un modo de enviar un mensaje de la fuerza de EEUU ante el yihadismo.
Uno de los máximos responsables del ejército de Estados Unidos en Afganistán, el general John W. Nicholson, en la misma línea, ha justificado el lanzamiento por tratarse de un tipo de munición que permite mantener la ofensiva contra el yihadismo. Asimismo cree que ha sido necesaria para reducir los obstáculos ante el fortalecimiento del Estado Islámico a través del desarrollo de defensas subterráneas como búnkers y túneles.
El Pentágono ha asegurado la toma de precauciones con el fin de proteger a los civiles, aunque se conoce que el dispositivo lanzado no es preciso en su totalidad, carece de propulsión, ya que solamente se concreta el posicionamiento por satélite al objetivo de lanzamiento. Por ello, Estados Unidos cuantifica el alcance de destrucción a través de drones y satélites. La zona ya había sido en anteriores ocasiones objetivo de actuación de las fuerzas armadas estadounidenses, la más reciente con el resultado de la muerte, el pasado 8 de abril, de un miembro del Ejército americano en combate.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado satisfecho que dio "autorización total" al ataque. Y, posteriormente a su lanzamiento, se daba a conocer una fotografía de la bomba, difundida por el Ministerio de Defensa norteamericano. Por otra parte, el Gobierno de Afganistán ha confirmado su contacto con el Pentágono y su conocimiento previo del ataque aéreo. El Ejecutivo de EEUU ha incrementado el presupuesto del Ejército desde la llegada de Donald Trump, en su férreo intento de acabar con el terrorismo. Sin embargo, ya se ha sabido que el ataque en Siria de la pasada semana terminó con la vida de 18 soldados kurdos.