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Estados Unidos

Las medidas de Trump para hacer gran a Estados Unidos

Por Remedios MaroñasTiempo de lectura3 min
Internacional20-01-2017

Donald Trump llevará a cabo un paquete de medidas de cambio en política nacional e internacional en los primeros 100 días de su gobierno. El objetivo es acabar con la corrupción de los empleados federales, proteger a los trabajadores y clases medias americanas y restaurar la seguridad y el Estado de Derecho. Su motivación y a la vez eslogan principal es conseguir que América vuelva a ser grande.

La primera intervención donde dejó realmente claro sus objetivos para conseguirlo fue el pasado octubre en la simbólica ciudad de Gettysburg, Pensilvania, donde en 1863, el entonces presidente Abraham Lincoln también ofrecía uno de sus discursos más reconocidos en plena Guerra Civil.

En dicho discurso, el mandatario avanzó muchas de las medidas que un mes después, vía Youtube, especificaba en lo que llamó ‘Contrato con el votante americano’; un paquete de medidas que incluiría en su gobierno en los primeros 100 días: seis para evitar la corrupción de los empleados federales, siete acciones para proteger a los trabajadores americanos y cinco políticas para restaurar la seguridad y el Estado de Derecho.

Contra los lobbies

Con el objetivo de evitar las presiones y corrupción de la Administración Pública, el presidente electo propone crear una enmienda constitucional que ponga un límite de 5 años a los cargos del Congreso, así como congelar las contrataciones de funcionarios federales, a excepción de aquellos que se encarguen de la salud o seguridad públicas.

A nivel internacional, mantendrá una prohibición vitalicia para grupos de presión extranjeros, impidiendo su cooperación en el ámbito nacional estadounidense, sobre todo, en la recaudación de dinero para las elecciones.

Hacia el interior

En relación a las medidas contra la intromisión extranjera, el republicano plantea en su búsqueda para proteger al trabajador estadounidense, concentrar el comercio e industria en el interior, evitando el contacto, o dependencia, de movimientos políticos extranjeros. En esta línea anuncia renegociar e incluso abandonar los tratados de Libre Comercios con los países de la cuenca del Pacífico (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica) y el tratado con Canadá y México, conocido por sus siglas TLCAN. De hecho, constata que pedirá un informe al Secretario de Comercio para identificar aquellos acuerdos comerciales extranjeros que abusen y ataquen a los trabajadores.

Una de las propuestas más polémicas de este bloque atiende a la cancelación de la financiación de los programas contra el cambio climático y destinarlos para reparar las estructuras medioambientales y acuíferas del interior. Cabe recordar que Estados Unidos pactó el pasado junio en la Cumbre de París un acuerdo histórico y global contra el cambio climático, por el cual no solo se admitía que el problema del cambio climático existe, sino que además, se reconocía que el aumento de la temperatura era responsabilidad del hombre y en consonancia, todos los países debían luchar juntos para combatirlo.

¿Inmigración o terrorismo?

El último punto del planteamiento de la primera etapa Trump, se propone restaurar la seguridad y el Estado de Derecho de los americanos. En este claro objetivo que ha mantenido durante toda la campaña, el magnate republicano lo tiene claro: acabar con las indulgencias ante los inmigrantes ilegales, controlar y expulsar a los mismos de las ‘Ciudades Santuario’ y regular el control de visados con aquellos países que se nieguen a aceptar la redistribución de los mismos, llegando incluso si se niegan, a suspender las relaciones personales con aquellos países que tengan problemas o sean propensos al terrorismo, previa investigación. Además, concreta que impondrá penas a aquellos expulsados que intenten reingresar. En esta lucha, el presidente electo también asegura que velará para que prevalezca el ‘autoctono’ frente al extranjero.