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FMI

Christine Lagarde es declarada culpable de negligencia

Por Paloma SztrancmanTiempo de lectura2 min
Economía20-12-2016

La acusada se enfrentaba al delito de malversación de fondos en el caso Tapie. Dicho caso se remonta a 1993 y enfrentó a Bernard Tapie, un empresario de la marca Adidas y al banco Crédit Lyonnais. El banco le compró la marca a Tapie para posteriormente venderla por el doble de lo que la habían comprado, lo que llevó a una serie de disputas durante años entre el empresario que se sintió estafado y el banco.

El FMI se encuentra actualmente en una posición delicada debido al rescate monetario de Grecia o la incertidumbre que supone la presidencia de Trump. A ello se le debe sumar el juicio de la directora general gerente sobre el uso indebido de fondos de las arcas públicas. Lagarde hacía frente a una condena de un año en prisión y una multa 15.000 euros además de a la posible mancha en su imagen pública. Finalmente, el fiscal ha determinado que el caso era "muy débil" además de tener presente la "reputación internacional" de Lagarde y el contexto de la crisis a la que hacía frente en aquellos años. La propia acusada no estaba presente en la sala cuando se ha dictado la sentencia debido a que se encontraba de viaje en Washington D.C. 

En el caso Tapie, Lagarde en 2007, durante la presidencia de Sarkozy, Lagarde dio vía libre para un arbitraje que finalizaría el conflicto entre el banco y el empresario. Esta decisión supuso la resolución de la disputa en la que salió beneficiado Tapie y el banco Crédito Lyonnais fue condenado a pagarle al multimillonario una cantidad de dinero que superaba los 400 millones de euros, y 45 de esos millones, libres de impuestos. Pero el dinero con el que realizaron el pago provenía de las arcas del Estado, repercutiendo en la cantidad de dinero público que poseía Francia. La decisión fue criticada por los componentes de su propio ministerio. Sin embargo, en 2015, la sentencia arbitral quedó anulada y Tapie tuvo que devolver todo el dinero que le habían pagado.

El juicio ha supuesto la reapertura de un debate en el país galo sobre las estrechas relaciones entre altos cargos políticos y empresarios, ya que Tapie era un amigo cercano de Sarkozy y ha puesto en el punto de mira las grandes cantidades de dinero que se llegan a emplear para mantener la política del país. Antes de saber el veredicto, Lagarde anunció que actuó “con el único objetivo de defender el interés general” y que por aquel entonces desconocía la relación entre el presidente y Tapie. 

"El directorio ejecutivo reafirma su total confianza en la capacidad de la directora gerente para continuar desempeñando de manera efectiva sus funciones." ha declarado en un comunicado el FMI. De la misma manera, el actual ministro de Economía francés, Michel Sapin, ha mostrado de forma pública su apoyo a la directora del FMI.