Festival Cannes

Ken Loach se lleva la Palma

Por Ana Romero2 min

Cultura23-05-2016

"El cine tiene que mantener una postura de lucha ante el poder. Otro modelo de sociedad es posible y hasta necesario al impuesto estos años por el neoliberalismo". Loach vuelve a dejar clara su postura ten su paso por el Festival de Cannes. Diez años después de su primer Galardón, el cineasta repite premio, pero no cambia sus ideas: no dejar indiferente a nadie.

Con casi 80 años, el director británico Ken Loach ha sido galardonado con la Plama de oro en Cannes gracias a su nueva película Yo, Daniel Blake. Con trece películas a sus espaldas, es la segunda vez que el veterano cineasta se hace con el codiciado galardón. La primera vez fue en 2006 por El viento que agita la cebada. Loach ha conseguido que la decisión del jurado presidido por George Miller, de la ciudad francesa que acoge uno de los festivales de cine más relevantes, haya sido muy aplaudida por la crítica: otorgar el gran reconocimiento a una película que posee un importante trasfondo social.

El film cuenta la historia de Daniel Blake, interpretado por Dave Johns, un carpintero de 59 años de la ciudad inglesa de Newcastle que se ve obligado a recurrir a la ayuda de los servicios sociales debido a la aparición de algunos problemas cardíacos. A pesar de que los médicos le prohíben trabajar, el sistema le obliga a buscar un empleo o de lo contrario, el protagonista se arriesga a perder la escasa ayuda y/o asistencia que le da apenas lo justo para poder vivir.

En sus rutinarios viajes a la oficina que atiende a los desempleados, conoce a una madre soltera, interpretada por Hayley Squires, quien también se encuentra en una situación llena de dificultades. Otra persona como él  igualmente atrapada, con sus dos hijos, en un sistema aplastante que presenta más dificultades que ayudas reales.

¿Cuál es el mensaje del nuevo film del director británico? Retratar esa grave falta que nos pertenece a todos: anteponer la supuesta justicia a la caridad. Loach no dejaba pasar la oportunidad de solar la puntilla antes de pasar al Gran Teatro Lumière: "Estoy sorprendido de estar aquí. Además, no deja de ser irónico que yo me vea en esta situación de lujo y glamour cuando los protagonistas de mi película viven en la más absoluta pobreza"

Con esta película el director británico ha querido elaborar un reflejo de la situación que viven a diario miles de compatriotas de las clases más desfavorecidas de la sociedad. Todo ello marcado por un mensaje que desprende sinceridad, sin sutilezas. “Otro mundo es posible y necesario” decía Loach en su discurso entre aplausos de los asistentes.

A punto de cumplir 80 años en junio, Loach puede presumir de contar con una larga filmografía militante y el privilegio de ingresar en el reducido grupo de cineastas que cuentan en su manos con dos premios del festival cinematográfico francés. Este nuevo largometraje es una confirmación de su mensaje principal: el capitalismo salvaje provoca el hundimiento del individuo.