ARTE
Salamanca muestra una exposición multidisciplinar sobre Erasmo de Rotterdam
Por Eliane Hernández Montejo1 min
Cultura26-09-2002
La exposición Erasmo en España. La recepción del Humanismo en el primer Renacimiento español recoge la obra y el pensamiento del que fue considerado príncipe del humanismo. Aunque, a pesar del título de la muestra, Erasmo no pisó nunca suelo español dejando bien claro que “Non placet Hispania”(no me gusta España), su obra si tuvo una gran influencia en nuestro país.
La exposición, que está organizada por la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (Seacex), permanecerá en el Patio de Escuelas Menores de la Universidad de Salamanca hasta el 6 de enero y ha supuesto una inversión de más de 1,5 millones de euros. En ella se recogen 159 piezas en total, todas ellas dispuestas en siete salas. De ellas, 32 son obras pictóricas, 12 son esculturas, y 38 dibujos y grabados, hay además libros, documentos, tapices, orfebrería y ropajes litúrgicos. Las obras proceden de 46 fondos españoles y otros 38 extranjeros. La primera sala es un espacio en torno a la imagen del humanista con presencia de los tres grandes retratistas de la época y la siguiente estancia gira sobre el pensamiento político de Erasmo. En la tercera sala centrada en el apoyo del círculo eclesiástico a Erasmo, copa protagonismo la aportación salmantina a la muestra. El recorrido continúa con un espacio centrado en la obra Elogio de la locura, la lucha contra los protestantes y el posicionamiento frente a Lutero, la revisión teológica de Erasmo y su crítica frente a las imágenes religiosas. La comisaria de la muestra, Palma Martínez-Burgos asegura que en ella "se rememora una figura anacrónica en su época y extravagante, porque abogó por una utopía y apostó por el diálogo y la tolerancia en una época en la que éste era muy difícil". Mientras que Fernando Checa, director del proyecto científico, asegura que se trata de "un reto no sólo histórico, sino científico", debido a la dificultad para encontrar las imágenes adecuadas, ya que Erasmo era muy crítico con las mismas.