UGT
El principal reto de Álvarez es restaurar la imagen de UGT
Por Jesús Espinosa2 min
España13-03-2016
La UGT queda bajo la dirección de Josep María Álvarez, una persona que desde joven se involucró en las labores sindicales de UGT en Cataluña. Tiene una dilatada trayectoria profesional al frente de la organización en esa región. Incluso, es una fiel partidario del derecho a decidir y defensor del catalán. Esto último le llevó, incluso, a recibir un premio. El principal reto que tiene entre sus manos es recuperar la credibilidad de esta organización, hacerla "transparente" y restaurar su imagen, dañada por los casos de corrupción.
El primer gran reto que tiene Álvarez por delante es restaurar la imagen de UGT, hacer del sindicato "una organización transparente en la que se explique para qué se utilizan los "recursos públicos" y dedicarse "poner cara" a los verdaderos "problemas de los trabajadores". Su intención es "transformar el sindicato" pero sin que haya "ruptura" ya que él apuesta por la "continuidad". Álvarez se muestra también partidario de derogar la reforma laboral y aboga por el derecho a decidir sobre la autodeterminación catalana, una afirmación que no ha gustado a algunos miembros del sindicato, entre ellos, a Cándido Méndez,
El nuevo líder de UGT, Josep María Álvarez, nació en Asturias en el año 1956. Con temprana edad, a los 19 años, se trasladó a vivir a Barcelona tras terminar sus estudios profesionales. Allí encontró trabajo, en una localidad de la capital, y se quedó. Rápidamente se afilió a UGT y tan solo un año después fue elegido secretario de Acción Sindical del comité de empresa. Cuatro años más tarde fue también elegido secretario de Organización de la Federación del Metal.
Estos cargos fueron los primeros que desempeñó dentro de la organización sindical en Cataluña. En el 8º congreso, al fin, fue elegido secretario general. Fue una de las voces más críticas y altas a la hora de pedir nuevos liderazgos, como se pudo ver en el congreso del año 2013.
Es un hombre curtido en mil batallas. Al frente de la UGT en Cataluña durante 26 años tuvo que desempeñar multitud de tareas. Incluso tuvo que aplicar durante dos años un Expediente de Regulación de Empleo temporal (ERTE) que llegó a afectar a más de la mitad de la plantilla.
Lo más destacable incluso del nuevo líder es su apego a la lengua catalana y a Cataluña. En 2003 ganó el premio de Honor Lluís Carulla por su defensa del catalán. Se ha mostrado en los últimos años como un fiel partidario del derecho a decidir, aunque ha advertido siempre que él no es independentista. UGT en Cataluña llegó a adherirse al Pacto por el Derecho a Decidir por decisión suya. Sin embargo, la cosa no fue más lejos. De hecho, se negó a que la organización sindical tuviera representación institucional en las manifestaciones independentistas del 11 de septiembre.
Josep María Álvarez, por lo tanto, es un perfil totalmente distinto al que UGT ha estado acostumbrado durante estos años. Una persona que viene de Cataluña y que defiende el derecho a decidir. Aun así, es una persona que sabe lo que es la dirección de un sindicato y lo demostró al frente de la escisión en Cataluña.