Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

Latinoamérica

Cuba y la UE rubrican la normalización de las relaciones

Por David PastorTiempo de lectura2 min
Internacional12-03-2016

La representante de la Unión Europea Federica Mogherini y el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, han firmado este viernes un acuerdo de cara a normalizar las relaciones entre la comunidad político-económica y el país caribeño. Después de dos años de negociaciones y siete encuentros bilaterales, la inminente visita de Barack Obama a la isla ha acelerado un acercamiento que ya era una realidad en términos de intereses económicos.

Moguerini también fue recibida por el presidente Raúl Castro, un encuentro en el que se ratificó la voluntad de continuar estrechando vínculos en un marco de igualdad, cooperación y respeto mutuo. Con el “visto bueno” de los Estados Unidos, la UE pretende ahora posicionarse favorablemente ante la progresiva apertura de Cuba en términos económicos. La relación política también necesita ser restaurada, después de la posición común fijada por la Unión Europea en el año 1996, para exigir a Cuba una serie de medidas de obligado cumplimiento, por iniciativa del Gobierno español de Aznar.

Para la derogación de la posición común es necesario la realización de un acto jurídico formal, lo que podría ocasionar la aparición de inconvenientes o la entrada en conflicto de los intereses de algún país. Esta situación, al ser necesaria una decisión unánime para el revocatorio, impediría la prevista derogación. La posición fija impide actualmente el desarrollo de colaboración, a nivel jurídico e institucional, entre la Unión Europea y Cuba. El acuerdo alcanzado no contempla condiciones comerciales o arancelarias preferentes, básicamente señala un entorno destinado a favorecer las inversiones económicas.

Con motivo de la posición común, las relaciones políticas entre las dos partes se deterioraron con la imposición de sanciones económicas por parte de la UE, alegando la violación de derechos humanos cometida por Cuba en el año 2003. En la llamada primavera negra, 75 personas fueron detenidas por sus enfrentamientos con el Gobierno. Disidentes para la UE, desestabilizadores para el Gobierno cubano, fueron puestos en libertad con posterioridad, tras la mediación de la Iglesia cubana y el Gobierno español, a condición de que salieran del país.

Con José Luis Rodríguez Zapatero en el Gobierno de España, la UE comenzó a mejorar sus relaciones y la cooperación política con el país centroamericano. Pero la posición común no pudo ser derogada por la oposición de algunos países como Suecia o Polonia.

El aspecto político será el más complejo de abordar por las diferencias de criterio entre las partes sobre derechos humanos. En el acuerdo suscrito no se ha detallado nada sobre este punto, aunque ambas partes se han mostrado interesadas en organizar un encuentro de forma independiente para tratarlo.

El acuerdo también normaliza algunas relaciones bilaterales que ya existían, como en el caso con España. Sin embargo, la relación entre el actual Gobierno español con sus homónimos cubanos no es buena y, aunque todavía es la nación europea con más intereses económicos en Cuba, varios países de la eurozona han tomado la iniciativa en este último año, con encuentros bilaterales y reuniones con el Gobierno de Castro.