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BRASIL

Brasil, de superpotencia emergente a país en crisis

Por Selene PisabarroTiempo de lectura3 min
Internacional06-03-2016

Brasil está viviendo la mayor recesión en 25 años. Desde hace un año vive una profunda crisis económica, que se ha visto perjudicada por el escándalo de corrupción del caso Petrobras. El 2015 lo cerró con una caída del 3,8% del PIB y para este año se calcula que alcance el 3,4%. Además, tiene una de las tasas de interés más altas del mundo, ya que se sitúa en el 14,25%.

El país carioca fue el que menos creció el año pasado a nivel regional, después de Venezuela, y del club BRICS de naciones emergentes –entre los que se encuentran Rusia, India, China y Sudáfrica). Sin embargo, la presidenta, Dilma Rousseff insiste en que la crisis no se debe sólo a problemas internos, como la sequía de 2015, sino también a externos como la inestabilidad de la economía de China.

Los expertos están de acuerdo en que hay tres puntos que fallan a la hora de mejorar la economía brasileña. En primer lugar, el auge del consumo de las familias aumentó durante la pasada década hasta alcanzar el 7,5% del crecimiento del PIB en 2010. Esto se debió a que la tasa de desempleo era muy alta, por lo que el Gobierno debía estimular el consumo a través del aumento del salario mínimo, los subsidios o las exenciones fiscales, un modelo que en la actualidad ya no tiene efecto.

En segundo lugar, se suman dos factores: la crisis política que existe entre el Congreso y el Gobierno, que impide la aprobación de medidas fiscales; y los casos de corrupción, especialmente, el de Petrobras. La petrolera estatal ha recortado hasta un 25% su plan de inversiones para los próximos tres años, cuando antes era una de las plataformas que más obras ejecutaba.

En tercer lugar, la crisis de confianza que viven los mercados influye de lleno en la economía. La deuda pública de Brasil aumentó hasta el 66% del PIB y aún se prevé que continúe creciendo durante este año. Las inversiones han caído en Brasil durante los últimos diez trimestres y en los últimos tres de 2015 tuvieron un retroceso del 4,9% respecto al anterior.

A esto se suma que Brasil cuenta con alrededor de 520.000 millones de dólares evadidos en paraísos fiscales, según The Economist. Una cifra que equivale al 28% del PIB. Además, la moneda brasileña se ha desplomado hasta un 50% por debajo del valor del dólar.

La crisis afecta a los países fronterizos con Brasil, especialmente con Argentina, que depende de las exportaciones de automóviles y es el principal socio comercial. En apenas seis años, las exportaciones de Argentina a Brasil pasaron del 55% al 35%. Además, si los precios de Petrobras caen, repercute directamente en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, ya que representa el 16,5% de la ponderación del panel líder Merval.

Otro de los perjudicados serán los Juegos Olímpicos de Río, que se celebrarán este verano. En el 2009 ganó la candidatura y, aunque el evento costará 900 millones de dólares, el Gobierno está tratando de recortar entre un 5 y un 20%. Esto se verá reflejado en las habitaciones de los atletas, que contarán con menos servicios o en el número de voluntarios, que se ha reducido porque deberán pagarse el alojamiento.

A pesar de que normalmente el objetivo de un país que albergar unos Juegos Olímpicos es promocionarse y obtener beneficios, para Brasil está siendo complicado. Deberá seguir invirtiendo en numerosas infraestructuras y gastos cuando apenas dispone de capital para ello. Además, hace dos años celebró la Copa Mundial de Fútbol y tan sólo consiguió inflación, en vez de crecimiento.