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ARTE

Del divisionismo al futurismo

Por Tony LandroveTiempo de lectura4 min
Cultura02-03-2016

Desde el prometedor pintor que abrazó la fama y luego desapareció durante tres siglos, Georges de la Tour, en el Prado, o el padre e hijo Wyeth, Andrew y Jaime, de aguda mirada, o un repaso por lo mejor del divisionismo hasta el futurismoitaliano (toda su etapa moderna), son algunas de las exposiciones que podrán verse en Madrid hasta principios de junio.

Madrid sigue con ahínco en llevar la cultura a sus ciudadanos y turistas. Teatro, literatura, cine y, por supuesto, arte a través de cuadros en museos. Las obras que se pueden ver hasta junio en la capital española son unas piezas muy poco habituales y cualquiera, ya sea un entendido en el trazo de los viejos maestros o simplemente una mente curiosa, esta es, sin duda, una oportunidad que hará las delicias de cualquier visitante.

Georges de La Tour, el misterioso pintor de gran éxito del siglo XVI que cayó en el más profundo olvido hasta resucitar en 1915 por un artículo del experto alemán Voss, muestra sus pinturas, rescatadas de las tinieblas de la Historia, pueden ser contempladas hasta el 12 de junio en el Museo del Prado.

Poco se conoce de la vida privada de este gran artista barroco, natural de la Lorena francesa y de donde parece nunca salió en todos estos siglos. Pintor de cámara del rey Luis XIII, en sus comienzos de pincelada tímida, era dado a pintar lo que veía a su alrededor, unas pinturas que parecían novela de picaresca de la época. Ciegos, pobres, prostitutas, escenas en bares, peleas... Sus denominadas 'Pinturas Diurnas' están llenas de color, calor, un espíritu humano casi palpable.

Mas, en Lorena, bastión del cristianismo rodeado de tierra protestante, la Guerra de los 30 años, la peste y la persecución hizo que cada vez más, de la Tour fuese perdiendo su fe en la humanidad. Guerra, muerte, hambre, peste, pobreza.. Su carácter se fue agriando, las trifulcas con sus vecinos le granjearon varias denuncias por violencia y sus 'Pinturas Nocturnas' reflejaban este estado de ánimo. Son cuadros oscuros, con un único punto de iluminación y de figuras más geométricas, serias.

Cambiando de aires, el Thyssen, en colaboración con el Denver Art Museum, acoge las obras de una familia de artistas, ambos niños promesa, hijo y nieto de un ilustrador que supo a la perfección transmitirles su amor por este arte: una gran colección de cuadros pintados por los Wyeth. Andrew era el padre, Jaime el hijo tan prolífico o más que su propio padre, llegó a dibujar retratos de JFK, Swarzenegger o Andy Warhole.

La familia Wyeth eran dados al humor negro, la teatralidad y la mejora de la técnica a través de la experimentación, buscaban aquello que plasmaban en sus cuadros en su mundo cercano. Para ellos, lo que se veía desde la ventana de un cuarto, y cómo este cuarto estaba colocado, era un fiel reflejo del alma de quien allí viviese. “Pinta lo que te inspire en cada momento, pinta lo que conoces y lo que amas”, decía Andrew. Así, pues, cuando alguien encargaba un retrato a Jaime, este tenía que conocer en profundidad a quien pintaba. Vivir con él, saber qué comía, cuáles eran sus gustos más personales… De lo contrario, sólo podía dibujar la piel. No obstante, según quienes los conocieron, afirmaban que eran personas muy divertidas, pero que cuando el tema refería a las obras, se lo tomaban con toda la seriedad y el respeto posible. Esta exposición se mostrará en el Thyssen hasta el 9 de junio, y no se sabe si volverá a España alguna vez, por lo que es una oportunidad única para ir a verla.

 Pero si no se busca un pintor en particular, siempre queda la opción de visitar la sala Fundación Mapfre Recoletos, con entradas muy asequibles (algunas desde tres euros). Hasta el 5 de junio, los amantes o quien quiera conocer la pintura italiana podrá contemplar una extensa exposición que cubre desde el divisionismo hasta el futurismo, un viaje hasta el modernismo italiano.

Pero, ¿qué es el divisionismo? Desde la propia web de Mapfre lo explican a través de unos párrafos muy instructivos:

“El divisionismo fue un movimiento autónomo, diferente del resto de los movimientos europeos en la medida en que entendía las nuevas investigaciones sobre la luz-color y sobre la división de los tonos como un medio -no como un fin- sometido al mensaje de la obra"

Atento, por una parte, a los contenidos sociales que reflejan las condiciones de vida de las clases más desfavorecidas, el divisionismo muestra además su relación con el simbolismo, esa tendencia que, desde finales del siglo XIX, influyó con claros tintes internacionales a toda Europa.

El divisionismo sentó las bases para el movimiento futurista que irrumpió con fuerza en el panorama del arte italiano desde 1909, convirtiéndose en uno de los movimientos de vanguardia por excelencia”

La colección trae piezas de lo más diversas, desde obras de Emilio Longoni o Luigi Russolo hasta pinturas de Gaetano Previati, entre muchos otros.

No hay excusa para no invertir una tarde, o varias, en recorrer estas exposiciones, conocer algo más al ser humano a través del pincel de estos autores, que ponían un poco de su alma en cada pincelada, creando esas obras de arte que cualquiera puede ver hoy en día.