Drogas
El informe de la JIFE apela a la salud ante las drogas
Por David Pastor2 min
Sociedad02-03-2016
El informe presentado por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes señala una tendencia similar a la que se viene produciendo en los últimos años, es decir, la consolidación del mercado ilegal de drogas clásicas como el cannabis, la cocaína y la heroína. También señala el gran avance en el consumo de nuevas sustancias sintéticas. España aparece en primer lugar europeo en el tráfico y volumen de incautación de cocaína y hachís.
En el documento publicado se elaboran algunas críticas concretas, como las soluciones militarizadas o la guerra contra las drogas, sin embargo, a la hora de buscar soluciones no se abandonan los lugares comunes y las recomendaciones tópicas que vienen resultando fallidas a lo largo de las últimas décadas. El presidente de la JIFE, Warner Sipp, recomienda en su informe enfocar los futuros tratados de drogas de cara a priorizar la salud de la humanidad, eufemismo para señalar su posición en contra a una posible política que permita plantear la legalización de algunas drogas para fines recreativos.
A continuación, y en referencia a algunos países de América Latina que abogan por estudiar otras políticas, argumentó que sería mejor cambiar el enfoque propuesto por estos, asumiendo que las políticas no represoras con los pequeños consumidores pueden darse en el marco de la actual normativa internacional. Se ha incluido igualmente el manido discurso a la necesidad de centrarse en prevenir el consumo de drogas, la importancia del sistema educativo, el tratamiento, la detección precoz, una adecuada rehabilitación o la reinserción social de los drogodependientes en la sociedad.
Desde el punto de vista nacional, el informe confirma a España como la principal vía de entrada del cannabis en Europa, con un volumen de confiscación cercano al 70%, procedente principalmente de Marruecos. También destaca el país ibérico en el mercado de la cocaína, como el país europeo con mayor número de decomisos de Europa. El nivel de consumo de esta sustancia se ha estabilizado en los últimos años en el 1% de la población.
La JIFE es un órgano independiente constituido por expertos, aunque tiene su origen en las Naciones Unidas. Fue establecido en 1961 a partir de la fusión entre el Comité Central Permanente de Estupefacientes y el Órgano de Fiscalización de Estupefacientes. Los miembros pueden ser elegidos de dos modos: diez a partir de una lista de candidatos propuestos por los gobiernos y otros tres elegidos de una lista de candidatos propuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).