DIPLOMACIA
La ONU abre a España las puertas del Consejo de Seguridad
Por Ana María Riaza2 min
España19-09-2002
La cruzada internacional que el presidente del Gobierno, José María Aznar, inició hace casi seis años en su intento por conquistar plaza en el Consejo de Seguridad de la ONU odría dar sus frutos el próximo día 27 de septiembre.
Ya solo un desastre internacional podría evitar que un representante español se siente, durante los dos próximos años, en el órgano supremo de la ONU. La que fuera heredera directa de la Sociedad de Naciones de principios de siglo XX podría dar la carta blanca definitiva a la entrada de España y Alemania, los dos países que se han alzado como imbatibles en el panorama europeo para las dos plazas vacantes del Grupo de Europa Occidental y Otros países (WUOG). Esta sería para España la cuarta vez que forma parte del órgano ejecutivo de las Naciones Unidas. Compuesto por un total de quince países, el Consejo de Seguridad de la ONU posee cinco plazas permanentes, "los cinco grandes” ocupadas por Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, Francia y la China Popular. Junto a estos cinco países se asientan diez más, repartidos entre los países de origen africano, con tres plazas, y con dos plazas cada uno, países de América latina, Asia, Europa Oriental y el WUOG (Europa Occidental además de otros países como Australia o Canadá). El logro de que no queden aspirantes a sendas bacantes en lo que respecta a los países de la Europa Occidental recae en la construcción de un sentimiento generalizado de la imbatibilidad de España y Alemania a la hora de alcanzar ambas plazas, disuadiendo toda nueva posible candidatura. La confirmación de la nula competencia llegaba el pasado mes de abril, cuando los países del WUOG acordaban votar a España y Alemania como únicas aspirantes. Para ser elegido miembro del Consejo de Seguridad de la Organización se hacen necesarios el apoyo de la menos las dos terceras partes de los Estados integrantes de la ONU; esto es, un total de 126 votos sobre 191. Ya sólo queda esperar cómo afectará el nuevo cargo a las relaciones diplómaticas españolas con el extranjero. La envergadura del cargo supone la participación en proyectos como la actual definición que el Consejo está llevando a cabo sobre la acción internacional contra Irak. Por su parte, el embajador de España en la ONU, Inocencio Arias, que ya ha cumplido el plazo de cinco años en el cargo que normalmente desempeñan los embajadores en las Naciones Unidas, deberá ser sustituido antes del próximo mes de enero. Entre los candidatos, se encontrarían el secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores, Javier Garriges, así como Miguel Ángel Moratinos, enviado de la Unión Europea a Oriente Próximo.