Religión
El Papa pide paz en la Misa del Gallo
Por Sonia de la Cal 3 min
Sociedad25-12-2015
El Papa Francisco ha dado la tradicional Misa del Gallo este viernes 25 de diciembre, en la que está siendo su tercera Navidad como Pontífice. Desde el balcón de la Basílica de San Pedro ha pedido la paz para el mundo en un mensaje en el que ha hecho referencia al tema del terrorismo, recordando las “recientes masacres” en Egipto, Beirut, París, Bamako y Túnez.
El Papa también ha pedido consuelo para todos los cristianos que están siendo perseguidos y ha condenado las guerras que abaten al mundo durante la tradicional bendición “Urbi et Orbi”, impartida únicamente en Navidad, Semana Santa y cuando se elige un nuevo pontífice. “No hay lugar para el odio ni para la guerra”, ha señalado.
También ha hecho una mención a la guerra que mantienen israelíes y palestinos desde hace años y espera que “puedan retomar el diálogo directo y alcanzar un entendimiento que permita a los dos pueblos convivir en armonía” porque es un conflicto que tiene “graves consecuencias para toda la región”.
La guerra de Siria también ha sido protagonista del discurso. El Papa espera que las Naciones Unidas "logren cuanto antes acallar el fragor de las armas en Siria y remediar la gravísima situación humanitaria de la población extenuada". Además, ha subrayado que es necesario “que cesen las atrocidades que, tanto en estos países como en Irak, Yemen y en el África subsahariana, causan todavía numerosas víctimas, provocan enormes sufrimientos y no respetan ni siquiera el patrimonio histórico y cultural de pueblos enteros".
Asimismo, el pontífice argentino ha pedido paz para las poblaciones de la República Democrática del Congo, de Burundi y del Sudán del Sur para que “se refuerce el compromiso común en vista de la edificación de sociedades civiles animadas por un sincero espíritu de reconciliación y de comprensión recíproca".
También ha pedido que la Navidad haga que llegue la paz a Ucrania y se restablezca la concordia en todo el país. Lo mismo ha pedido para Colombia, a cuyo pueblo le desea que “continúe buscando con tesón la anhelada paz", y para Libia, de la que espera que “superen las graves divisiones y violencias que afligen al país”.
El Papa también ha tenido presente en su discurso a los refugiados y a las víctimas de las guerras. “Que no falte nuestro consuelo a cuantos huyen de la miseria y de la guerra, viajando en condiciones muchas veces inhumanas y con serio peligro de su vida", ha señalado.
En cuanto a las personas y países que están ayudando a los refugiados, el pontífice ha dicho que “sean recompensados con abundantes bendiciones todos aquellos, personas privadas o Estados, que trabajan con generosidad para socorrer y acoger a los numerosos emigrantes y refugiados, ayudándoles a construir un futuro digno para ellos y para sus seres queridos, y a integrarse dentro de las sociedades que los reciben".
Dentro del sermón también ha habido sitio para todas aquellas personas que no tienen trabajo, a los que el Papa ha pedido que tengan “esperanza”. A los líderes políticos y económicos, en cambio, les ha reclamado “buscar el bien común y tutelar la dignidad toda la vida”.
El Papa Francisco ha finalizado la misa insistiendo en que “abramos nuestros corazones para recibir la gracia de este día. El día de la misericordia en el cual Dios Padre ha revelado a la humanidad su inmensa ternura”.