ELECCIONES
El 20D confirma el fin del bipartidismo
Por Selene Pisabarro3 min
España21-12-2015
A pesar de que las elecciones de este domingo dejan un panorama nacional incierto, el fin del bipartidismo está confirmado. Cuatro partidos forman ahora las nuevas bases del poder y deberán buscar una forma de pactar, junto a otros que han conseguido pocos escaños, para gobernar. La solución se antoja difícil cuando deben ponerse de acuerdo formaciones con ideas dispares entre sí.
Hacía meses que la tormenta amenazaba con romper los vínculos –y los acuerdos- de Gobierno constante del PP y el PSOE desde hace más de 30 años, pero el domingo los electores decidieron otorgar 69 escaños a Podemos y 40 a Ciudadanos. De esta forma, el PP perdió la mayoría absoluta de 186 escaños con la que Mariano Rajoy ha dirigido España en los últimos cuatro años, y el PSOE de Pedro Sánchez ha obtenido un peor resultado que Rubalcaba, cuando en 2011 obtuvo 110 escaños.
Son 123 escaños para los populares y 90 para los socialistas, que han demostrado que los ciudadanos quieren renovar los poderes públicos. Precisamente, el PP y el PSOE han concentrado entre el 70% y el 80% de los votos desde 2004, cuando Izquierda Unida quedó relegada a un tercer lugar. En 2015 la situación ha cambiado: ya no agrupan a más del 50% del electorado y entre los dos han perdido más de 5,4 millones de votos. Aun así, la Ley D’Hont, que regula el sistema electoral, ha permitido que los dos grandes partidos logren más escaños, a diferencia de otros como Podemos, Ciudadanos, Izquierda Unida, UPyD o Vox.
Rajoy ha vencido este 20D con apenas el 28,6% a su favor, de manera que ha arrebatado a Adolfo Suárez (UCD) su victoria a Felipe González (PSOE) en 1979 con el 34,84% de los votos, el que hasta ahora era considerado el porcentaje más bajo que había conseguido un partido ganador de los comicios.
Los ciudadanos indecisos durante toda la campaña también han jugado un papel relevante. Quienes no sabían a qué partido votar hasta el mismo día de las elecciones ha marcado el antes y el después de las encuestas en las que se repartían los escaños de forma muy diferente a como ha sucedido. Según una encuesta que publicó el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) el pasado 3 de diciembre, el 41% de los electores que tenía pensado acudir a las urnas –y un 36% del total- aún no había decidido su voto. En el mismo estudio también se preguntó a los ciudadanos si sabían a qué partido votar si las elecciones fuesen el día siguiente y, aun así, un 19% no lo sabía. Un dato muy alto comparado con el de 2011, cuando el grupo de los indecisos lo formaba el 26,4%.
El problema y la responsabilidad que recae ahora sobre los cuatro partidos mayoritarios es el pacto que firmarán para poder gobernar. Ninguno lo tiene fácil y podría originarse un Gobierno “multipartito” o la convocatoria de unas nuevas elecciones. Sin embargo, una futura coalición de izquierda o de derecha englobaría una serie de propuestas electorales muy dispares que originaría la dificultad de gobernar.
Las condiciones que pone cada partido encima de la mesa no son fáciles para quien quiera llegar a un acuerdo. Uno de los puntos en los que coinciden tanto Podemos e Izquierda Unida como Ciudadanos es la reforma de la ley del sistema electoral para que sea más equitativa. También Podemos aboga por que se blinden los derechos sociales a través de la reforma de la Constitución, mientras que Ciudadanos insiste en la necesidad de un pacto de Estado por la educación.
Pedro Sánchez ha advertido de que cerrará la puerta al partido de Pablo Iglesias si una de las premisas es realizar un referéndum en Cataluña, tal y como pretende Podemos. Mientras, Iglesias le ha recordado que si se abstiene o no llega a un acuerdo con los partidos de izquierda, estará facilitando la investidura a Rajoy. Además, Iglesias asegura que su partido y sus socios no permitirán que vuelva a gobernar el PP.
Por el momento, la Bolsa ha abierto este lunes con una caída del 3,6%, del mismo modo que ha subido la prima de riesgo. Aun así, es normal que el Ibex 35 experimente cambios el día posterior a las elecciones, como ya sucedió en 2011 cuando bajó un 3,48%. Además, las agencias de calificación de riesgos, Fitch y Moodys, han asegurado que un país ingobernable puede llevar a la frenada de la mejora de la economía española. Por eso, en el caso de Fitch, advierte de la necesidad de repetir las elecciones o sumir un Ejecutivo “débil o dependiente de los partidos más radicales”.