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Rusía

La tensión entre Rusia y Turquía crece tras el incidente en el Egeo

Por Elena PedrocheTiempo de lectura2 min
Internacional14-12-2015

Rusia ha advertido a Turquía las "nefastas consecuencias" que pueden acarrear sus "provocaciones" tras el nuevo incidente de este lunes entre ambos países. El Ministerio de Defensa ruso no ha tardado en convocar al agregado militar turco en Moscú, tras el incidente ocurrido en el mar Egeo entre una fragata rusa y un pesquero turco. La relación ente ambos países es cada vez más tensa, desde que un caza turco derribara en noviembre a un bombardero ruso.

La fragata rusa "Smetlivi" ha tenido que efectuar varios disparos de advertencia para evitar chocar a unos 22 kilómetros de la isla griega de Lemnos con el barco de bandera turca, que llevaba rumbo de colisión, según han informado fuentes rusas. La tripulación del buque ruso ha localizado en la mañana del lunes al pesquero a unos mil metros por estribor, tras lo que intentó ponerse en contacto con los pescadores turcos por radio y de manera visual, sin obtener respuesta.

"Cuando el barco turco se aproximó a unos 600 metros de la fragata rusa y con el fin de prevenir una colisión se utilizaron armas de fuego". Estos disparos se realizaron "cuando el barco turco se encontraba a una distancia que le impedía ser alcanzado". "Inmediatamente, el barco turco cambió bruscamente de rumbo y, sin llegar a entrar en contacto con la tripulación rusa, prosiguió su deriva a una distancia de 540 metros del 'Smetlivi'", recoge el comunicado.

Las relaciones entre Rusia y Turquía no han dejado de empeorar desde que un caza turco derribara a finales de noviembre un bombardero ruso en la frontera siria, presuntamente después de que éste hubiera violado el espacio aéreo turco, algo que Moscú niega rotundamente.

Tras este primer incidente y ante la negativa del gobierno turco de presentar disculpas formales, el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó adoptar sanciones económicas contra Turquía, como la suspensión de vuelos chárter, la imposición de visados, la congelación de acuerdos comerciales y el embargo a verduras y frutas. Además, Putin acusó a Turquía de derribar su avión para proteger las vías de suministro del petróleo que el Estado Islámico extrae en los territorios bajo su control en Siria e Irak. 

Por su parte, el presidente turco Erdogan ha advertido de que a su país se le está acabando la paciencia con la agresiva actitud rusa y ha negado quien ha negado cualquier vinculación de él y su familia con el negocio ilegal de petróleo del Estado Islámico.